La Reserva Federal de Estados Unidos y la Oficina Federal del Contralor de la Moneda pidieron a los cinco bancos más grandes del país para que presentaran planes de contingencia.
Este programa, que se mantuvo en secreto por dos años entre las altar esferas estadounidenses, se suma a los “testamentos” que elaboraron los bancos para ayudar a que los reguladores los desmantelen si llegan a quebrar.
De acuerdo con documentos obtenidos por la agencia Reuters, la Fed solicitó por primera vez a cinco bancos (Bank of America Corp, Goldman SachsInc., Citigroup Inc, Morgan Stanley y JPMorgan Chase & Co), que presentaran esos “planes de recuperación” en el mes de mayo del 2010.
Las instituciones dijeron a los bancos en ese entonces que consideraran todo tipo de esfuerzos drásticos para evitar la quiebra en momentos de tensión, incluyendo la venta de unidades de negocios, hallar otras fuentes de financiamiento si se les cierran los mercados normales, y reducir el riesgo.
De acuerdo con los documentos publicados por la agencia Reuters, los planes debían ser factibles para ejecutar dentro de tres a seis meses y las instituciones financieras “no deben suponer ningún respaldo extraordinario del sector público”.
En otras palabras, la Fed solicitó a los bancos que desarrollaran opciones de emergencia para los tiempos de crisis, porque el Estado no estaba en capacidad de comportarse como el salvavidas del sector.
“Los planes de recuperación son para proteger a las joyas de la corona”, dijo Paul Cantwell, un director gerente de la consultoría Alvarez & Marsal.
“Son sobre, ‘¿cómo vendo los activos secundarios?’ La prioridad es con los accionistas. Un plan de resolución tiene que ver con proteger al sistema, los contribuyentes y los acreedores”, agregó.
Los analistas consideran que esta iniciativa muestra lo duro que trabajan los reguladores para asegurar que los bancos tengan planes para el peor de los escenarios y puedan actuar racionalmente en momentos de dificultades.
“Se supone que los parámetros de solvencia que exigen los reguladores es que los bancos puedan cuidarse a si mismos y además que el capital que tienen sea suficiente para cualquier situación”, dijo Diego Fernando Ochoa, jefe de investigaciones de Profesionales de Bolsa.
Los expertos aseguran que la prudencia con la que se manejó la petición de ‘testamentos’ y planes para la crisis a los cinco bancos más grandes en EE.UU es válida, ya que la filtración de esta información hace dos años habría sido peligrosamente perjudicial para una economía tan vulnerable.