Zidane sigue insistiendo en rueda de prensa que cuenta con James, pero la realidad en el campo habla de otro punto bien diferente. El 10 también se resiste a verlo y en un gesto de rabia ante la situación impuesta se fue a entrenar según llegó del clásico contra el Barça. Los rumores sobre su salida siguen saliendo, ayer apuntaban en Inglaterra un trueque con Martial, pero se antoja difícil que se dé una operación tan grande en este mercado.
James Rodríguez se resiste a la triste realidad a la que le está acostumbrando su entrenador Zidane. Por mucho que insista en las ruedas de prensa el técnico galo, en estos momentos en sus planes no cuenta con el atacante colombiano. El último desplante en el Camp Nou ha sido la gota que colma el vaso. El DT necesitaba dar la vuelta al partido contra los culés y prefirió escoger a un jugador al que había descartado desde principios de temporada, Mariano, antes que darle el turno al 10.
Tras el partido, Zidane se volvió a referir a él en la sala de prensa con el mismo argumento de las últimas semanas: “Hoy se ha quedado sin minutos pero él va a tener minutos de todas formas. Ha sido así pero James está con nosotros y está bien”. El galo dice una cosa ante los micrófonos y luego cumple otra en sus alineaciones. La realidad es que James ya solo juega de titular las sobras que le deja Zidane por los partidos de Copa. En Liga le ha dejado algún que otro resquicio, siempre también en partidos o minutos basura que carecen de importancia. Si realmente quiere a James ¿por qué no lo justifica dándole importancia sobre el campo?
La cuestión es que James se quedó voluntariamente este verano para demostrar que puede hacer historia en el Madrid, pero partido a partido sus ilusiones se apagan. En la pasada campaña la justificación estaba en su falta de rendimiento y actitud tanto en los entrenos como en el césped. Este año no se puede aplicar para nada la misma excusa. El colombiano da señales de estar totalmente comprometido con el equipo. Otra prueba de ello surgió el pasado sábado después del Clásico contra el Barcelona. El Real aterrizó en Madrid sobre las diez de la noche, momento que todos los jugadores decidieron aprovechar para ir a cenar con sus parejas o descansar con sus familias. Todos menos uno. James prefirió ir directo al campo de entrenamiento de Valdebebas para ejercitarse en su momento de tiempo libre. Es un gesto de rabia ante la situación que está viviendo, el colombiano prefiere luchar y morir en el intento para aprovechar su estancia en el Madrid antes que salir por la puerta de atrás.
Los rumores sobre su salida no cesan pero parece muy poco probable que se dé su fichaje por otro equipo en este mercado de invierno. Ayer apuntaba desde Inglaterra el diario The Sun que el Manchester United estaría dispuesto a ofrecer un intercambio de jugadores, Martial por James. La cifra parecida de sus traspasos junto a que son manejados por el mismo agente serían los argumentos principales para considerar esta opción. Lo cierto es que el Real Madrid nunca ha realizado una operación tan grande en este mercado de invierno. A ello hay que sumarle la sanción que le impuso la FIFA por la que no podrá fichar durante las dos próximas ventanas que se abren de mercado. Hechos que preocupan en el club sobre todo si se suceden más lesiones como la de Bale, que estará hasta 2017 de baja. A pesar de no contar con ellos, Zidane no quiere dejar salir a nadie. En ese estado se encuentra actualmente la situación de James, en un punto muerto con el jugador resistiéndose a salir y con el club también forzando hasta el último momento su estancia a pesar de que la realidad hable de otra verdad bien distinta.