La informalidad del empleo reduce competitividad en Colombia

Según el Informe Nacional de Competitividad 2012-2013, los altos niveles de empleo informal en Colombia, unido a la baja inversión en educación, infraestructuras y desarrollo institucional, ha supuesto en Colombia un retroceso en materia de competitividad respecto a los países vecinos.

Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden del Informe Nacional de Competitividad 2012-2013, difundido hoy por el Consejo Privado de Competitividad (CPC), organización sin ánimo de lucro que analiza los retos a los que se enfrenta este país.

“Colombia no ha presentado avances significativos en los indicadores de competitividad e incluso ha retrocedido con relación con otros países latinoamericanos que sí han logrado mejoras”, afirmó la presidenta del CPC, Rosario Córdoba, durante la presentación del informe.

Las cifras revelan que Colombia se encuentra estancada en los índices internacionales que miden la competitividad, entre ellos los del Foro Económico Mundial, en el que este país mantiene, desde hace cinco años, el puesto 69 de 144, o el del Institute for Management Development (IMD), que lo sitúa en el lugar 52 de 59.

Una de las debilidades es la productividad laboral, según el estudio, que considera que “la asignación del trabajo en Colombia no es eficiente” debido a “los niveles de informalidad laboral y empresarial”, así como a los altos costes empresariales de contratación y despido.

Santiago Levy, vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), alertó a su turno que Colombia es “uno de los países con más informalidad de América Latina”.

Y advirtió de que esos niveles “son enemigos de la productividad” porque fomentan la evasión fiscal y los desequilibrios en el sistema de la seguridad social.

Por ello, Levy consideró que “el sistema de aseguramiento social se traduce en un impuesto a la formalidad y un subsidio a la informalidad”, por lo que animó al Gobierno a trabajar en esa dirección para que “los trabajadores colombianos, con el mismo esfuerzo de ahorro y de trabajo, puedan construir más”.

El propio presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien también estuvo en el acto, reconoció haber “fallado” porque si bien desde que llegó al poder, en 2010, hay más trabajo, no ha logrado que “el empleo que se ha creado sea en su gran mayoría formal”.

Santos se comprometió a trabajar en ese sentido para garantizar la sostenibilidad del sistema de cotizaciones a la seguridad social.

“Hay que hacer un gran esfuerzo”, remarcó, “si no, los esquemas serán cada vez más precarios porque va a haber menos gente contribuyente y más gente beneficiándose”.

En ese sentido, Córdoba celebró la reforma tributaria que debate el Congreso colombiano, al asegurar que “es muy bienvenida” y recoge muchas de las propuestas del Consejo Privado de Competitividad, aunque reconoció que “queda mucho por recorrer”.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), a finales de 2011 la informalidad laboral en Colombia alcanzó el 51,3 %.

El CPC recomendó al Gobierno reducir los costos laborales no salariales, reforzar la claridad sobre cuáles son las situaciones de despido improcedente, incrementar las inspecciones a la informalidad y ajustar el incremento del salario mínimo al Índice de Precios al Consumo (IPC).