La Juventus de Cuadrado calibra la tusa de Barcelona

En el fútbol moderno, donde el estado psicológico prima en el rendimiento del jugador, las derrotas como la sufrida por el Barcelona en este pasado fin de semana suelen dejar marca. Estas heridas aún por cicatrizar pueden volver a brotar en el siguiente intento o bien pueden servir como acicate para sanarlas.En ese punto se encuentra ahora mismo el Barcelona de Luis Enrique, tocado por la dolorosa derrota contra el Málaga que ha liquidado gran parte de las aspiraciones que los culés habían recuperado en el campeonato local.

La lógica y la estadística hace pensar que veremos un Barça totalmente diferente, puesto que contra los andaluces tocó el día negro de la MSN. Si hacemos cuentas es imposible que esto vuelva a suceder porque el tridente azulgrana ni suele pillar más de una gripa por temporada. Neymar, Messi y Suárez llegarán con ganas de desquitarse del nefasto partido contra el Málaga. Y que mejor manera que volver a exhibir su nivel con un rival de entidad enfrente para paliar los dolores.

Es una incógnita si Luis Enrique optará por el plan clásico de los últimos años del Barça (4-3-3) o elegirá la versión ultraofensiva (3-4-3) que ha probado en las últimas fechas. El técnico español se ha decantado por la segunda opción en las recientes grandes citas. Con dispar resultado. Los estrenó contra el Atlético y cunado vio que funcionó repitió la jugada contra Celta y PSG. El plan salió a la perfección en todos ellos pero sin embargo mostró sus falencias contra Deportivo y Málaga, en las que encajó sendas derrotas.

El equipo gana presencia en campo contrario pero convierte cada contra del rival en una jugada a vida o muerte. Si el partido lleva el ritmo que el Barça marca, no hay problema, pero al mínimo despiste sus centrales quedan demasiado expuestos. Con el temor de los Dybala, Higuaín, Cuadrado o Mandzukic, y ante el resultado negativo de este sábado, no extrañaría que mañana Luis enrique volviera a su versión más conservadora. En este sentido modificará bastante el esquema la forma en que Luis Enrique supla la sensible de baja de Busquets en el mediocampo. Hasta el momento ha probado en esa posición a Rakitic e incluso André Gomes, aunque la opción más académica sea situar en esa posición a Mascherano.

El técnico confesó en rueda de prensa que teme la velocidad de la Juventus, recomendándole de forma irónica a su homólogo en el banco bianconero dejar a todas sus estrellas en la caseta. Sabe que la verticalidad y el talento de estos puede hacer daño a una defensa azulgrana que mezcla partidos cómodos con desastres en la zaga. Allegri no ocultará sus cartas y reconoció ante los micrófonos que piensa salir con los cuatro que teme Luis Enrique. “Los cuatro de delante jugarán todos. No entiendo por qué hay que renunciar al ataque”, confesó.

Los bianconeri cuentan simplemente con la baja de Pjaca, habitual recambio de Cuadrado en la banda. Precisamente el de Necoclí tendrá que cuidarse de no ver amarilla si no quiere perderse el partido de vuelta. Del resto estarán todos y con ganas de cobrarse la revancha de la final de hace dos años. El conjunto juventino ha cambiado casi todas sus piezas desde entonces, salvo una defensa que permanecerá milenaria. También ha mutado el esquema de aquella cita. Allegri ha pasado a un dibujo más ortodoxo, abandonando la defensa de tres centrales y volviendo a la línea de cuatro que mañana tendrá que hacer equilibrio con los otros cuatro de arriba. El duelo se planeta intenso y con un ida y vuelta que hará del gusto de los fanáticos.