La ley de educación de la Mane

El movimiento estudiantil más organizado del país presentó el primer documento borrador de lo que para ellos debe ser una ley de Educación Superior. La autonomía y la independencia de cátedra, la gratuidad y la educación como un derecho fundamental son las bases del articulado. También proponen prohibir la entrada de fuerza pública al campus.

Luego de que, a fuerza de movilizaciones pacificas, manifestaciones como la besatón y discusiones con el ministerio, el movimiento estudiantil lograra tumbar la reforma a la educación planteada por el gobierno, la Mane dio a conocer hace poco el primer documento borrador de su proyecto de acceso y promoción a la educación superior.

El texto, que consta de 65 artículos y engloba el concepto de educación que tiene el movimiento estudiantil, es el resultado de las “discusiones desarrolladas a partir de la versión definitiva de la Exposición de Motivos y los principios y concepciones generales allí consignados, que fueron realizadas en los diferentes escenarios locales y regionales, además de las Comisiones Académicas Nacionales, Seminarios Multiestamentarios y Encuentros Sociales y Populares durante el año 2012”.

Según la Mane, que durante 2011 se convirtió en un verdadero fenómeno de opinión al punto de conformar un ala importante dentro del movimiento político Marcha Patriótica, este texto es producto de consensos entre la organización y “los sectores sociales, democráticos, étnicos y populares que se han venido articulando de manera activa a este proceso de construcción”.

Este documento no es un articulado definitivo, señala la organización. Constituye “el primer borrador de Articulado de Ley de la MANE y refleja lo que, hasta el momento, cuenta como su posición oficial frente a la creación de una ley de Educación Superior para un país con Soberanía, Democracia y Paz”. El texto pretende ser el insumo principal para la construcción programática del movimiento estudiantil.

El proyecto busca establecer “un nuevo marco normativo para la educación superior que la reconozca como derecho fundamental y bien común” enmarcado en el Sistema de Educación Superior con criterios que permitan “calidad educativa, popular, científica, humanista, artística, democrática, autónoma, crítica, intercultural, pluriétnica y antipatriarcal que garantice la independencia tecnológica, científica y cultural”.

La reforma, mucho más social y combativa que la que presentó el gobierno a mediados del 2011 y que fue archivada debido a la presión de la opinión pública, señala que la educación superior “garantiza la apropiación, construcción, creación y producción de conocimiento; la formación de sujetos políticos que participen de manera activa en la transformación de la realidad, la cultura y en la solución de las necesidades de la sociedad a través de las funciones misionales de docencia, investigación y proyección social”.

Para la Mane, la educación superior es universal y popular, es un derecho fundamental, es democrática, es un bien común, es crítica, plural y autocrítica. Según el texto presentado, este derecho debe ser “popular, científica, humanista, artística, democrática, autónoma, crítica, intercultural, pluriétnica y antipatriarcal, y garantizará la independencia tecnológica, científica y cultural de la sociedad colombiana”.

El principio rector de la propuesta de la Mane tiene que ver con la autonomía. Según el documento, este valor incluye “la independencia social y política para la producción, reproducción, modificación y comunicación de los conocimientos y saberes en todas sus manifestaciones, en el ámbito de la culturas y las artes, garantizado para las Universidades por la normatividad vigente y por las disposiciones legales que las crean y organizan”.

Además, la autonomía debe garantizar las “libertades de pensamiento, enseñanza, aprendizaje, asociación, proyección hacia la sociedad, elección de opciones políticas, sexuales, comunitarias y religiosas”.

El proyecto señala que “el Estado garantizará plenamente la financiación de las instituciones públicas que conforman el SES en los términos definidos en la presente ley”, propone la libertad de cátedra, de aprendizaje, de asistencia y de investigación.

Así mismo, el articulado señala que las universidades son “un escenario de lucha de ideas que permite el ejercicio de los derechos y libertades de la comunidad”, por eso “la presencia de la fuerza pública para militarizar las IES no tendrá lugar ni consentimiento por parte de ningún funcionario estatal o educativo”.

El proyecto presentado por la Mane también invoca la libertad y apoyo a la organización, promueve la libertad de asociación y propone el respeto al derecho a la movilización.

Finalmente, el articulado afirma que “la educación superior es un derecho fundamental y un bien común implica que el Estado colombiano debe asumir la total responsabilidad de la financiación del Sistema de Educación Superior Estatal” y que debe estar “basada en la lucha de ideas, que reconozca y responda a la diversidad étnica y cultural del país, posibilitando así un diálogo entre saberes de carácter intercultural en el ámbito educativo”.

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