La firma internacional calificadora de riesgos Standard & Poor’s le puso a la petrolera la peor calificación crediticia posible: D. En el último mes la acción de Pacific ha caído en un 56 por ciento en promedio. La empresa no ha podido cumplir con el pago de 31,3 millones de dólares de interés sobre sus pagarés. Y la situación se complica cada día que pasa por los bajos precios del petróleo. Hay preocupación en el mercado de valores.
Ha sido una semana muy dura para los directivos de Pacific Exploration and Production. Muy pocas veces la firma Standard & Poor’s rebaja tres veces, en menos de ochos días, una calificación crediticia. Y le ocurrió a Pacific que pasó de CCC+ a CC y este miércoles a D. La preocupación de directivos y accionistas por esta mala nota no es poca.
Y es que la evaluación de la calificadora de riesgos, la mas negativa que puede recibir una multinacional que cotiza en bolsa, se debe a que Pacific no pudo pagar 31,3 millones de dólares de intereses sobre pagarés a sus acreedores a tasas de 5,625% que estaba previsto para el pasado 19 de enero. El próximo pago es el 26 de enero y los analistas de Standard and Poor’s no creen que la empresa pueda cumplir con esa obligación.
Esa infracción le da poder a los prestamistas para poder cobrar la deuda en un solo pago, lo que complicaría aún mas la situación financiera de Pacific. Los bajos niveles de los precios internacionales del petróleo han golpeado a la empresa, al igual que a decenas de multinacionales del crudo en el mundo. Pero a los analistas les preocupa en especial la situación de la firma canadiense.
En Colombia en junio del 2015 la acción de Pacific Rubiales se cotizaba en la Bolsa de Valores en 41 mil 500 pesos en promedio. Este miércoles se ubicó en mil 500 setenta pesos. Una referencia que permite entender el nivel de la crisis. A esto se suma la cantidad de despidos en la empresa. La Unión Sindical Obrera, USO, advirtió que unos 7 mil contratistas fueron despedidos por Pacific en Colombia. Y aún no se conocen cifras precisas de cuántos empleados directos han sido desvinculados.
La Superintendencia de Sociedades está haciendo un monitoreo financiero y jurídico a los movimientos de Pacific. Lo propio hace la Superintendencia Financiera. Atrás han quedado los días de bonanza de la empresa que llegó a Colombia en 2003 liderada por un grupo de inversionistas venezolanos encabezados por Ronald Pantin, José Francisco Arata, Serafino Iacono y Miguel de la Campa. Aplicaron los conocimientos que traían de la estatal venezolana PDVSA y tuvieron éxito y acogida en el mercado colombiano.
Pero surgieron múltiples problemas durante los años que siguieron a las vacas gordas. Multas de la Superintendencia de Sociedades por reportes extemporáneos de algunas de sus empresas subsidiarias, líos con la estatal Ecopetrol por algunos negocios conjuntos, sanciones de la DIAN y gastos internos exagerados comenzaron a minar el flujo de caja de Pacific que el 2011 tuvo utilidades superiores a 554 millones de dólares.
El nerviosismo entre los directivos de Pacific Exploration and Production es latente. La empresa debe a sus acreedores, entre los que se encuentran HSBC Bank, Bank of América y el Banco Latinoamericano de Comercio exterior, cerca de 450 millones de dólares. En el tercer trimestre de 2015 la empresa tenía, según cifras oficiales, 500 millones de dólares en efectivo.
Ante los rumores y la incertidumbre de los accionistas Pacific en Colombia sus directivos han dicho a medios locales que la situación de la empresa es estable y que el pago de sus deudas está bajo control. Que están en capacidad de aumentar el endeudamiento pero que por el momento no es necesario y que los 3 mil 500 empleados de la empresa no se han visto afectados por la difícil situación del mercado del petróleo. Los directivos de Pacific quieren enviar un mensaje de tranquilidad en medio de la turbulencia. Pero las calificaciones de riesgo no parecen ir en la misma dirección.