Neymar y Brasil confirmaron contra Paraguay por qué se han ganado el calificativo de ser en estos momentos la mejor selección del planeta con el jugador más en forma. La verdeamarelha de Tité es una máquina que rememora los viejos tiempos del ‘Joga bonito’. Nadie puede parar a este combinado. Desde que el nuevo DT adquiriera el mando del equipo, no conocen el significado de la derrota ni siquiera del empate.
Ocho partidos ganados de ocho jugados, con un balance de 24 goles a favor y solo 2 en contra. Los números no engañan, son una tromba. Ayer contra Paraguay volvieron a mostrar que no tienen piedad de ningún rival. A Brasil le costó abrir la lata, pero una vez abrió la veda llegó el espectáculo. Y Neymar se adueñó del show. Su arrancada de 70 metros en el segundo gol ha dado la vuelta al mundo. El astro del Barcelona agarró el balón en su propio campo y tras una galopada en la que se recorrió tres tercios del terreno de juego batió al arquero con algo de suerte.
Pero si hay un gol que define el estilo que siempre caracterizó a Brasil y que ha traído de vuelta este conjunto de Tité, es el tercero. Brasil tocó y tocó cada vez de forma más elegante hasta que el balón le cayó a Marcelo para que la picara con sutileza. Un gol que recordó a todos a aquel viejo Brasil de los 70 que maravilló al mundo. Neymar y su banda han cogido ahora el relevo y se han convertido en la selección del momento.