La 'moñona' del voto obligatorio

La comisión primera del Senado aprobó el artículo de la reforma al equilibrio de poderes que pone en cintura el abstencionismo en época electoral. A pesar de que la medida no estaba incluida el proyecto inicial del Gobierno -Santos la dejó en manos del Congreso- esta refuerza la intención de refrendar lo que se acuerde con las Farc desde La Habana.

Este jueves la comisión primera del Senado consolidó en el primero de ocho debates el artículo que instala el voto obligatorio a partir del 2018 y para los próximos tres periodos presidenciales. De acuerdo con Viviane Morales y Horacio Serpa, senadores del Partido Liberal y expositores del ajuste, la obligatoriedad a la hora de votar reduciría considerablemente el alto índice de abstencionismo registrado en las últimas consultas.

La iniciativa –desbancada en ocasiones anteriores- hace parte del paquete de artículos que viene discutiendo la comisión en el marco de la reforma presentada por el Gobierno Nacional, que busca reconfigurar el sistema de pesos y contrapesos con el fin de despolitizar las cortes y fortalecer el Congreso.

Si bien el primer escrito presentado por el Gobierno no incluía este artículo -el presidente Juan Manuel Santos optó por dejarlo a estudio de los parlamentarios- el ministro del Interior Juan Fernando Cristo, quien ha estado presente durante las sesiones en el Congreso, no generó resistencia pues le cae como anillo al dedo a uno de las joyas del proceso de paz: el referendo. De aprobarse en su totalidad el proyecto de ley, la estrategia del referendo por la paz que impulsa Humberto de la Calle, jefe negociador en La Habana, tendría un refuerzo mayúsculo pues por ley los ciudadanos tendrían que atender al llamado de refrendar lo que se pacte en la mesa de negociaciones con las Farc.

Hasta el momento, en la comisión se ha aprobado eliminar la reelección para Presidente, Fiscal y Procurador. También se decidió otorgarle una curul en el Senado a quien pierda en votaciones presidenciales, suprimir el Consejo Superior de la Judicatura, la conformación de listas ‘cremallera’ o intercaladas -conformadas por un hombre y una mujer- y que las listas sean cerradas, entre otros.

Una vez quede listo el paquete, este se desgolsará nuevamente en la Cámara de Representantes y luego en plenaria durante un ciclo de ocho sesiones.