Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue llevado al Cefereso No.9 Norte ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, una cárcel que según el ‘Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015’ realizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), presenta serios problemas en cuestión de sobrepoblación, hacinamiento y servicio para mantener la salud de los internos.
La nueva casa del líder del Cártel de Sinaloa por un periodo indefinido -oficialmente no se ha informado el tiempo de su estancia en la prisión fronteriza- tiene una capacidad para 848 internos, aunque actualmente se encuentran recluidas 1,012 personas, es decir tiene un excedente de 164 presos.
La cárcel de Ciudad Juárez mostró una mejora considerable en su calificación de los últimos años; la más reciente del 2015, obtuvo la cifra aprobatoria de 6.63, diez décimas por encima de la del 2014, donde fue reprobada con 5.53 mientras que en la previa del 2013 fue evaluada con 6.11.
El ‘Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015’ muestra que de los cinco rubros que evalúa la CNDH, en dos no hubo mejoras respecto al 2014 y siguen siendo reprobatorios: Aspectos que garantizan una estancia digna y Grupos de internos con requerimientos específicos.
Mientras en las que hubo mejoras fueron: Aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno; Condiciones de gobernabilidad; mientras que Reinserción del interno se mantuvo igual respecto al 2014 en un término medio de evaluación.
Según la CNDH, entre los aspectos que se observó un mejor son: Supervisión del funcionamiento del Centro por parte del titular; Prevención y atención de incidentes violentos; Ausencia de actividades ilícitas y de cobros (extorsión y sobornos), entre otros.
