La ONU denunció hoy la impunidad que protege las violaciones de los derechos humanos que perpetran los colonos judíos contra la población palestina, sus propiedades y uno de sus medios más básicos de subsistencia: los olivos.
La alta comisionada adjunta para los Derechos Humanos, Kyung Wha-Kang, dijo que los representantes de su oficina en los territorios palestinos “continúan documentando esa violencia” y declaró que es obligación de Israel garantizar que los responsables respondan ante la justicia.
Kang presentó en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que se reúne en Ginebra, una evaluación sobre el nivel de cumplimiento por parte de Israel de las recomendaciones que le formuló una comisión investigadora en los territorios ocupados palestinos.
La alta representante de la ONU lamentó que tres años después “todavía nadie ha sido acusado por ninguno de los incidentes documentados por la comisión”, por lo que enfatizó la necesidad de que Israel persiga “con más seriedad” a quienes resulten responsables de abusos contra los palestinos.
Para sostener la posición de la ONU, Kang relató en el Consejo de Derechos Humanos dos casos recientes que retratan la impunidad que rodea a las violaciones perpetradas contra la población palestina.
Mencionó, en primer lugar, el de la familia Hassan, que a mediados del pasado agosto sufrió un ataque con bomba molotov cuando se desplazaba en un taxi por el sur de Cisjordania, un acto de tal gravedad que tres de los heridos -incluido un niño de seis años- siguen hospitalizados, mientras que el padre permanece en cuidados intensivos.
“Israel inicialmente detuvo a tres hijos de colonos en relación a este incidente, pero éstos fueron liberados para un arresto domiciliario después de cinco días. Este fue un ataque horrendo y se debe hacer justicia a la familia Hassan”, dijo la alta responsable de derechos humanos de la ONU.
Kang dio cuenta de un segundo caso, el de la familia Daraghmeh, residente en el norte de Cisjordania y que ha sido víctima de repetidos ataques por parte de israelíes que viven en colonias judías cercanas. Los miembros de esa familia han requerido 35 intervenciones médicas por heridas sufridas durante esas agresiones.
Además, los colonos han robado o destruido al menos 850 olivos de la familia Daraghmeh y, a pesar de que ésta ha denunciado la situación varias veces a la policía, nada se ha avanzado en el castigo a los responsables, lamentó la alta comisionada adjunta.
En vista de que ese caso no es aislado, sino que representa un fenómeno actual, Kang pidió prestarle especial atención ante la proximidad de la temporada de recogida de olivas.
Según los datos de la ONU que ella expuso hoy, sólo entre el 1 de agosto y el 11 de septiembre pasados, 426 olivos fueron dañados o totalmente destruidos en 25 episodios de violencia protagonizada por colonos.
“Esos ataques han tenido un grave impacto en los medios de subsistencia palestinos, ya que la agricultura es una de las fuentes de ingreso fundamentales para muchas comunidades en Cisjordania”, explicó.
Como elemento positivo, Kang comentó un reciente anuncio del Ministerio del Interior israelí sobre la creación de un grupo policial que se dedicará a investigar los “crímenes por odio nacionalista” cometidos por colonos judíos.