La pelea del siglo en Venezuela

Fue el primer round de una larga pelea que se avecina entre Maduro y una oposición cada vez mas envalentonada. El mandatario en un discurso de más de dos horas ante un parlamento con mayoría de la oposición, por primera vez en 17 años, mostró cifras de los avances de su gobierno en materia social y tuvo que aceptar la grave crisis económica del país. La oposición le dijo varias verdades incómodas y le dejó en claro que no se dejará intimidar.

En la presentación del informe anual ante la Asamblea Nacional, con mayoría de la oposición, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ratificó la decisión de mantener cerrada la frontera con Colombia. Anunció aumento del precio de la gasolina en su país y defendió la emergencia económica.

Maduro se quejó ante el presidente de la Asamblea Henry Ramos Allup por la manera como fueron retirados del recinto los cuadros del ex presidente Hugo Chávez y del libertador Simón Bolívar. Dijo que no era el modo de hacerlo, refiriéndose a las imágenes de Ramos Allup pidiendo a los empleados que sacaran esos elementos de la Asamblea y que si tanto los querían que se los llevaran para el Palacio de Miraflores. “A Ramos Allup, se lo digo con respeto, estoy obligado a protestar el trato que se le dio a los símbolos patrios”, sostuvo.

A lo que el Presidente de la Asamblea respondió: “Nadie había colocado aquí una imagen de algún presidente, ni vivo ni muerto, ni José Tadeo Monagas que fusiló al Parlamento. Aquí ni imágenes de presidentes vivos ni de presidentes muertos ni las de Nicolás Maduro ni la de Hugo Chávez. Aquí El Libertador, el escudo, la bandera y punto”.

Y ese fue el tono de lado y lado durante la jornada. Especialmente con temas cruciales como la situación económica del país, la ley de amnistía y el proyecto para titular las casas que la llamada “revolución bolivariana” ha entregado a más de un millón de venezolanos pobres.

El presidente Nicolás Maduro insistió en que existe una “guerra económica” contra su país orquestada, según dijo, desde Miami y Bogotá. Afirmó también que 2015 fue el peor año para su Gobierno en materia económica y culpó a los empresarios de estar actuando de manera sistemática para aumentar el desabastecimiento y encarecer los productos básicos de la canasta familiar.

Por primera vez el mandatario aceptó que tendrá que aumentar el precio interno de la gasolina. Una medida bastante impopular que seguramente desatará protestas por parte de los usuarios. También anunció el aumento de recaudos por concepto de impuestos y un plan para dinamizar diversos sectores de la producción como el agrícola y el industrial. Maduro tuvo que aceptar la grave crisis económica del país ante la drástica caída de los precios del petróleo que este viernes llegó a los 24,38 dólares el barril para PDVSA según el Ministerio de Petróleo y minería de ese país.

Maduro fue contundente al rechazar la iniciativa de algunos diputados opositores que pidieron reabrir la frontera entre Colombia y Venezuela. Dijo que se mantendrán las restricciones para el tránsito de personas y de carga con el fin de “atender mil demonios que nos vienen de Colombia: contrabando, paramilitarismo, narcotráfico”.

El presidente venezolano agregó que los pasos fronterizos se mantendrán cerrados “hasta que se termine de restituir toda la vida social, económica, y la seguridad de cada palmo de nuestro territorio”. Y pidió a las Fuerzas Armadas incrementar los operativos de control.

Al terminar la intervención que por ley debía presentar Maduro ante la Asamblea, a pesar de tener por primera vez un escenario adverso, el presidente del órgano legislativo, Henry Ramos Allup, tomó la palabra y le dijo varias verdades incómodas al jefe de Estado.

En medio de intentos de sabotaje por parte de la bancada oficialista en el recinto el diputado se hizo escuchar ante el Presidente a quien le dijo que por primera vez “alguien debe contarle la verdad”.

Lo primero que manifestó es que no era sano para la democracia que los militares fueran deliberantes o mostraran simpatía por el grupo político al que pertenece el gobierno de turno. “La definición de la Fuerzas Armadas en sin apellidos (ni chavistas o socialistas)… Las Fuerzas Armadas no pueden ser políticas, ni deliberantes, ni sometidas a parcialidad política”, resaltó Ramos, mientras se dirigía al mandatario venezolano, Nicolás Maduro.

Ramos Allup defendió el proyecto de ley de amnistía para presos políticos en medio de gritos de los integrantes de la MUD que pedían libertad y justicia. También le recordó a Maduro que el parlamento venezolano es “ahora un poder constitucional autónomo que va a debatir, controlar y legislar”.

Y finalmente descartó que se esté fraguando desde la oposición un golpe de estado contra el gobierno socialista. “Nosotros no apostamos a golpes de estados. No hay golpes buenos, todos son malos, no alentemos demonios”, concluyó Ramos Allup.

Este fue el primer round de una pelea a varios asaltos que muy seguramente no se definirá por nocaut sino por decisión de los jueces que en este caso serán los venezolanos que, a través de cauces institucionales, deberán definir el futuro de un país en una grave crisis económica, política y social sin precedentes.