El Brigadier General; Rubén Darío Alzate, en rueda de prensa desde el Hospital Militar de Bogotá, contó detalles de su retención por parte de las Farc y anunció la solicitud de su retiro del servicio activo. Una declaración que no dio lugar a preguntas de la prensa y que zanja un misterio que puso en vilo al proceso de paz con las Farc.
El brigadier General Rubén Darío Alzate anunció en una rueda de prensa que su honor militar lo obliga a solicitar la baja a su cargo como comandante de la fuerza de tarea conjunta Titán, que opera en el Chocó, y su retiro del servicio activo en las fuerzas armadas.
El general relató que desde que fue nombrado como comandante de esa fuerza de tarea conjunta, por el presidente Juan Manuel Santos, su compromiso fue con el desarrollo de la región a través de proyectos productivos y energéticos. En estos últimos se inscribe un proyecto de energías alternativas que, mediante turbinas, generaría electricidad gracias al caudal del Río Atrato, para la comunidad del Corregimiento de Las Mercedes, en inmediaciones de Quibdó.
Alzate, continúa su relato diciendo que estableció un esquema de seguridad ad hoc, que consistió en no informar sobre su itinerario y prescindir de su anillo de seguridad y llegar a Las Mercedes, vestido de civil y completamente desarmado, en compañía del cabo José Rodríguez y la abogada, Gloria Urrego.
De acuerdo con la versión del general, al regresar al bote que lo llevaría a Quibdó, luego de haber visitado el corregimiento, el perro que los acompañaba, saltó de la embarcación, rumbo al caserío y al momento de ir a buscarlo, los tres fueron abordados por cuatro hombres armados, entre los cuales estaría Edinson Tapias, alias “Chaverra”, uno de los jefes del frente 34 de las Farc que opera en la región.
Esta versión se contradice con la relatada por el presidente del Consejo Comunitario de las Mercedes, Presentación Palomeque, según la cual Alzate llegó hasta el atrio de la iglesia del corregimiento y allí se reunió con tres hombres que llegaron en otro bote. Según esta versión los tres hombres estaban desarmados y se internaron en la selva de manera calmada y pacífica con los dos militares y la abogada.
Según el relato de Alzate, los cuatro miembros de las Farc lo esposaron y los llevaron hacia la selva en donde fue amarrado en las noches, al igual que el cabo Rodríguez. También, menciona el general, que lo obligaron a caminar por más de ocho horas en varias jornadas al interior de la selva. Además, calificó ese hecho como una clara violación de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario. Además, calificó su foto con alias “Pastor Alape”, miembro de la delegación de paz que viajó hasta el Chocó para recibir al general, como un show mediático de las Farc.
Por último, señaló que el honor es uno los pilares de la vida de un militar y que dado que su retención pudo haber obrado generado perjuicios para el honor de las fuerzas militares, solicitó la baja del servicio activo.
La rueda de prensa se limitó a la lectura de la declaración dada por Alzate sin que hubiera lugar a preguntas de la prensa.