Al ’10’ del Real Madrid lo persigue la mala suerte. Después de pasarse casi un mes fuera de los terrenos de juego por culpa de las lesiones en el sóleo, pierde otra bola de partido con la suspensión del juego contra el Celta en el que se posicionaba como uno de los titulares. El de Cúcuta ha perdido, con este primer mes, la primera de las seis balas que dispone en el revólver para demostrar que merece un sitio en el equipo blanco.
A James Rodríguez definitivamente lo ha mirado un tuerto en el Real Madrid. EL ’10’ colombiano parecía haber empezado el nuevo año dispuesto a demostrar que merece un sitio en la titular del equipo blanco, pero cuando no son las lesiones es un temporal que se disfrazada de mala suerte. Al de Cúcuta se le han alineado todos los planetas en su contra.
James comenzó el 2017 con buen pie. Pidiendo el papel de protagonista con dos partidazos por Liga y Copa. En España ya daban por hecho su regreso y clamaban por su vuelta al once. James se encontraba en forma y las puertas de la titularidad se le abrían de par en par. Y apareció la maldita lesión del sóleo, la misma que le había cortado su progresión en los meses de octubre y noviembre.
La plaga no solo le agarró a él, también se llevó medio equipo de los blancos. A James se le abría de nuevo una posibilidad y entonces la fatiga y la tensión acumulada provocaron sus problemas en el otro sóleo. Otra semana y media de espera, y otra bola de partido perdida.
James se machacaba en el gimnasio, mientras observaba como sus compañeros atravesaban el bache del equipo. En silencio esperaba su turno y ese parecía ser el de este domingo contra el Celta. Las bajas obligaban a Zidane a reconstruir su once y el de Cúcuta estaba sentado en primera fila. Además, el rival pensaba en realizar rotaciones por su duelo crucial en Copa de la próxima semana. La fiesta estaba servida para que James se diera un festín.
Y entonces ha regresado la sal en forma de temporal para volver echar por la borda todo el trabajo de James. El mal tiempo, que ha azotado la zona de Galicia en los últimos dos días, y que obligó ya a suspender el partido del Deportivo contra el Betis, también ha castigado el estadio de Balaídos, ocasionando desperfectos en una de las gradas, que ponen en riesgo la celebración del encuentro.
Después de sopesarlo durante horas, el organismo de la liga española decidió suspender oficialmente el partido, al no poder asegurar la integridad de los espectadores e incluso de los jugadores. Otra semana perdida para James, que ha visto como se le ha escapado el último mes en un suspiro.
Cuando inició 2017, se marcó el objetivo de volver a ser el del primer año. Seis meses tenía por delante para poder hacerlo y uno se le ha ido ya entre las manos sin nada que poder hacer al respecto. Sus lesiones ya han quedado atrás, pero en la próxima semana Zidane recuperará a casi todos sus efectivos. Las oportunidades se le acaban a James, que ha perdido con esta su primera bala de las seis que tiene en el revólver.