Los casi 30 mil capitalinos que llenaron la plaza de Bolívar vibraron este viernes con Salsa al Parque. Bailaron al ritmo de la Universidad de la salsa y de un homenaje al maestro chocoano Jairo Varela. Una noche histórica para este género musical.
La noche del viernes, que hasta entonces era fría, se calentó cuando salieron un grupo de señores, casi de viejos. A bogotá llegaron los mismo personajes que un día de mayo del 62 decidieron juntarse para hacer música.
Decidieron llamarse el Gran Combo de Puerto Rico. Año tras año, disco tras disco y concierto tras concierto fueron llenando a la gente del continente de un sinfín de éxitos al punto de convertirse en la Universidad de la salsa, un nombre que se ganaron a pulso.
Rafael Ithier y sus compañeros desempacaron y salieron directamente a la plaza de Bolívar. Allí los esperaban más de 30 mil capitalinos. El Gran Combo no defraudó y los espectadores salieron felices.
Por la tarima de la decimoquinta edición de Salsa al Parque pasaron éxitos como El carbonerito, Un verano en Nueva York, Ámame, Y no hago más ná’ y Arroz con Habichuela. Si bien solo tenían dos horas para interpretar sus canciones, los gritos de la gente les permitieron quedarse un rato más.
Luego subió la secretaria de Cultura de la capital, Clarisa Ruiz, homenajeó con una placa a este legendario grupo caribeño y le reconoció la trayectoria y el cariño que los colombianos le tienen a esta agrupación.
Tras la presentación del Gran Combo vino el momento más emotivo de la noche: el homenaje al personaje que le dio vida a una de las orquestas más impresionantes de la salsa en Colombia. Jairo Varela.
Quizás el éxito más importante de Niche sonó a cargo de su trompetista y de las voces de los bogotanos. Luego, en medio de juegos pirotécnicos, sonaron un par de temas legendarios de la agrupación.
