El 2016 ha sido particularmente especial para Colombia, los hechos noticiosos que marcaron este año tuvieron más eco en materia diplomática e imagen internacional que 20 años de política exterior fallida. El país estuvo marcado por hechos de toda índole que irrumpieron con fuerza en la agenda internacional. Hechos como la firma de la paz entre el gobierno y los rebeldes después de más de 50 años de conflicto; el resultado del plebiscito del 2 de octubre; el accidente del avión del equipo de fútbol Chapecoense de Brasil en el municipio de La Unión en el departamento de Antioquia; la visita de Estado a Inglaterra y el encuentro entre el primer mandatario colombiano y la Reina Isabel II, entre otros, hicieron que Colombia apareciera en primera plana, podría afirmarse, de la gran mayoría de medios en el planeta.
Sin embargo, esta última semana ha sido, sin lugar a dudas, la más importante en la historia reciente del país. Hace ocho días exactamente, Juan Manuel Santos, fue distinguido con el prestigioso premio Nobel de Paz en Noruega por sus constantes esfuerzos para ponerle fin a medio siglo de conflicto entre las Farc y el Estado. Santos se convirtió en el segundo compatriota en recibir tan importante galardón y ser homenajeado frente a los ojos de millones de espectadores alrededor del mundo.
Desde allí el jefe de estado emprendió una travesía por Europa siendo homenajeado con las más altas distinciones y halagos por parte de sus homólogos de ese continente. En España, por ejemplo, recibió un doctorado Honoris Causa de la Universidad Alfonso X El Sabio de Madrid; además recibió el premio Nueva Economía Fórum 2016 de manos de su par el español Mariano Rajoy.
En Suecia fue recibido en audiencia por el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia y mantuvo una reunión privada con el presidente del Parlamento, Urban Ahlin, antes de pronunciar un discurso sobre el Nobel y el la paz en Colombia.
En Italia, su siguiente destino, Santos no sólo logró acuerdos bilaterales de importante calibre sino que además se reunió con más de 100 gerentes y representantes de las empresas más importantes de este país para lograr acuerdos comerciales.
Finalmente, en el Vaticano, el presidente Juan Manuel Santos y el senador de la oposición, Álvaro Uribe Vélez, sostuvieron ayer una audiencia privada con el Alto Pontífice, Papa Francisco, para buscar un acercamiento sincero entre las partes. Y aunque la reunión no haya logrado limar asperezas entre ambos políticos, el encuentro fue catalogado de histórico por la prensa local.