La sociedad civil en los diálogos

Debido a que en la mesa negociadora no habrá, por ahora, miembros de la sociedad civil, diferentes sectores han propuesto ideas para articular los sectores sociales a la negociación. El Consejo Nacional de Paz y los encuentros regionales propuestos por las Comisiones de Paz del legislativo son algunas de ellas.

En la mesa de negociación estarán sentados representantes de la institucionalidad, de la milicia, de los gremios económicos y de la insurgencia. Estado y guerrilla se disponen a comenzar un espacio de diálogo que permita encontrar acuerdos que pongan fin al conflicto armado en Colombia.

Sus decisiones recaerán sobre una población que ha sufrido los embates de la guerra y que conoce como nadie la lógica de un conflicto que se ha tomado gran parte del territorio nacional. Son los campesinos, las bases sociales, los trabajadores de la tierra y los habitantes de la Colombia rural.

Estos miles de habitantes no solo han resistido al conflicto, a los combates y a las hostilidades sino que se han organizado para generar una cultura de paz. Muchas comunidades han logrado sacar a los actores armados de sus territorios y se han declarado imparciales frente al conflicto.

Su voz es más que autorizada para hablar de las formas de ponerle fin a la confrontación armada. Por eso tanto el gobierno como el Congreso de la República preparan mecanismos para incluirlos en el diálogo y articular sus ideas con las discusiones que se realicen en La Habana.

El Consejo Nacional de Paz

El gobierno nacional ha decidido convocar una iniciativa que parecía perdida, y que fue pensada para una coyuntura como la actual. Se trata del Consejo Nacional de Paz, una ley promulgada bajo el gobierno Samper que pretendía incentivar el hecho de que “la política de paz es una política de Estado, permanente y participativa”.

La idea principal de la creación de este mecanismo fue vincular a la sociedad civil a iniciativas de paz como “órgano asesor y consultivo del Gobierno Nacional”, como afirma el texto de la ley.

Este Consejo está en la obligación de “asesorar al Gobierno en materias relacionadas con la consecución de paz, elaborar propuestas para solucionar el conflicto armado, fomentar la aplicación de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario”.

En él están convocados la mayoría de sectores de la sociedad colombiana.

El Presidente Santos decidió hace pocas semanas volver a convocar, luego de años de ausencia, este mecanismo y algunos congresistas han propuesto modificaciones en cuanto a la conformación del Consejo, por lo que su implementación se demorará un tiempo. (Vea La puerta para la sociedad civil)

Comisiones de Paz, la agenda en las regiones

Desde meses antes de los acercamientos entre el gobierno y las Farc, el legislativo contaba con dos comisiones de Paz; una en el Senado y otra en la Cámara de Representantes.

Lideradas por un escudero de la Unidad Nacional, Roy Barreras, y con varios representantes de la oposición, este grupo de congresistas cobró importancia con los anuncios de paz por parte del Estado y de la insurgencia.

Desde que, a finales de agosto, el gobierno confirmó los acercamientos y le contó al país que se la iba a jugar por el fin negociado de la guerra, este grupo de parlamentarios se ha reunido para concretar su papel en la construcción de este nuevo intento de paz.

Fruto de esto han generado toda una serie de encuentros regionales con los principales actores de la sociedad civil en 8 regiones del país. Se trata de una serie de encuentros que tendrán lugar entre fines de este año y comienzos de 2013.

Allí se trabajarán los temas que han sido acordados por el gobierno y las Farc en el documento base para la terminación del conflicto. La tierra, la participación política de los guerrilleros una vez concluya el diálogo, el fin del conflicto, la reparación de las víctimas y la cuestión del narcotráfico serán discutidos en esta actividad.

Las sesiones de trabajo serán transmitidas por el canal Institucional en directo o en diferido para que el país conozca las propuestas de los agentes regionales. (Vea La agenda de la Paz va a las regiones)