El Alto Comisionado de Naciones Unidas para Los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional de Migración (OIM) criticaron la medida decretada por Trump de cerrar la entrada por tres meses a refugiados provenientes de países islamistas. EEUU es el mayor aportador a la agencia, de ahí que quieran seguir “comprometidos” para trabajar con el nuevo gobierno.
Trump sigue con su plan de medidas drásticas en su semana inicial. El mandatario de EEUU decretó una prohibición indefinida de refugiados provenientes de Siria, Irán, Sudán, Somalia, Yemen e Irak. Además extenderá este efecto a todos los país que no den la información migratoria que pide EEUU, caso que podría aplicar a Irán que no mantiene relaciones diplomáticas con Washington desde hace tiempo.
En este sentido, Trump explicó que darán prioridad a los refugiados cristianos en Siria. Este punto ha sido precisamente de los más criticados por las organizaciones de derechos civiles, ya que se puede tomar como una medida discriminatoria a los valores constitucionales.
Se espera que la medida dure tres meses y en los casos como Siria podría llegar a cuatro. Su efecto será inmediato y se hará activa mientras se realiza una revisión completa de los sistemas migratorios. El plan definido no contempla aceptar en este año un número mayor a 50 mil refugiados, la mitad que en 2016.
“Queremos mantener a los terroristas radicales fuera de EEUU”, declaró Trump en el momento en el que firmo la orden en el Pentágono. “Solo queremos a aquellos que apoyen a nuestro país u que quieran profundamente a nuestra gente”, subrayó James Matthis, quien juró su cargo de secretario de defensa en el acto.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados -Acnur- y la Organización Mundial de la Migración -OIM- no tardaron en responder a esta medida de Trump. “Esperamos que Estados Unidos continúe con su claro liderazgo y su larga tradición de proteger a aquellos que están huyendo conflictos y persecuciones”, explica el comunicado.
“Las necesidades de los refugiados y los migrantes en el mundo nunca han sido mayores, y el programa de reasentamiento de Estados Unidos es uno de los más importantes del mundo”, explican las dos organizaciones. Y continúan afirmando que “la contribución de los refugiados y los inmigrantes en todo el mundo ha sido extremadamente positiva”.
Las críticas por parte de las dos agencias no llegaron a tener un carácter fuerte. EEUU es el mayor contribuyente de ACNUR, en el último año cedió 1.500 millones de dólares en fondos, cinco veces más que la UE. De ahí que la agencia explique en su comunicado que pretenden seguir comprometidos para trabajar con el nuevo gobierno “hacia el objetivo compartido de asegurar un programa de reasentamiento seguro”.
