El equipo que restauró la tumba de Cristo en Jerusalén advirtió de que la estructura puede derrumbarse en cualquier momento de una forma catastrófica. El mal estado de sus cimientos obliga a realizar un plan de recuperación, que obligaría a transforma toda la base del edificio.
Existe un “riesgo muy real” de que el templo sagrado para el cristianismo se derrumbe en cualquier momento. El equipo de la Universidad Técnica Nacional de Atenas, que se encargaba de la restauración del lugar donde se cree que está la tumba de Cristo, llegó a esta afirmación después de realizar varios estudios.
Esta afirmación viene apoyada por el National Geographic, cuyos investigadores confirmaron que la estructura necesita trabajos adicionales para reforzar los cimientos inestables y evitar que el santuario colapse.
“Cuando se derrumbe, no será un proceso lento, sino catastrófico”, afirma la investigadora Antonia Moropoulou. Durante los trabajos que se realizaron para recuperar la tumba, se descubrió que la estructura está construida sobre una base inestable de restos anteriores.
Para hacer frente a este posible derrumbe, el equipo propuso un plan de recuperación que rondaría los 6 millones de euros y duraría 10 meses. La reestructuración pasaría por eliminar los adoquines fracturados en los alrededores e instalar un nuevo alcantarillado y drenaje.