La U de Uribe

Con arengas, los asistentes a la Asamblea Nacional del partido de la U le expresaron su apoyo al expresidente de Colombia. En su discurso, Uribe atacó el “diálogo con terroristas”, afirmó que el Marco para la Paz es un mecanismo de impunidad, indulto y amnistía y señaló que “los asesinos de soldados y civiles podrán ser senadores”.

El esperado encuentro entre el expresidente Uribe y el presidente Santos no se va a dar. Pero quienes calentaron el ambiente y demostraron su postura en esta la pelea entre los dos líderes fueron los asistentes a la Asamblea Nacional del partido de la U.

Ellos, con banderas y arengas, manifestaron su apoyo a las ideas del exmandatario e incluso abuchearon cuando por los micrófonos del recinto se mencionó el nombre de Juan Manuel Santos. “La U es de Uribe”, dijeron en repetidas ocasiones.

Álvaro Uribe les respondió. En un discurso lleno de ataques al gobierno nacional y a la iniciativa de dialogar con la guerrilla de las Farc, el líder natural de la U le habló a las bases tradicionales de la colectividad.

Comenzó sus palabras contando la historia del regreso de la guerrilla a la cordillera central y a la práctica del secuestro por parte de la insurgencia. Luego señaló los avances en materia de seguridad durante su gobierno y señaló que “el diálogo con los colombianos de las grandes ciudades, de municipios y de la ruralidad, me indica que la seguridad se ha deteriorado”.

El expresidente aseguró que el gobierno dialoga con la guerrilla mientras descuida la seguridad en el territorio nacional, y manifestó que genera una agenda de confianza con los “terroristas” creyéndoles que no secuestran y que no tienen ningún plagiado en su poder.

“¿Por qué buscar el diálogo con el terrorismo al costo de descuidar la seguridad? Ha habido una agenda de construcción de confianza con el terrorismo que ha coincidido con el descuido de la seguridad: para complacer a la Farc se le reconoció como parte del conflicto, cuando en muchos países y en la conciencia colectiva de las mayorías colombianas, estaba señalada como terrorista”, se cuestionó el líder natural de la U.

Uribe también señaló que “los últimos dos años han hecho pensar a muchos colombianos que el Gobierno ha mostrado mayor interés en dialogar con el terrorismo que en la seguridad. Parecería ser que los golpes a cabecillas han sido más el fruto de la voluntad de las Fuerzas Armadas que de la determinación política oficial”.

En su discurso, que duró casi 50 minutos, Álvaro Uribe cuestionó de nuevo el tema del fuero militar y le pidió a los congresistas que decidirán la implementación de la iniciativa que “se garantice que el primer conocimiento de la posible conducta criminal, esté a cargo de la Justicia Militar”.

Sobre el Marco legal para la Paz, la herramienta jurídica que permitiría la reinserción a la vida civil de los guerrilleros, Uribe afirmó que “permite que delitos atroces se queden sin investigar y admite la cesación de la acción penal, lo que equivale a amnistía e indulto, así el Gobierno persista en negarlo”.

Dijo también que esta iniciativa “solamente excluye de la elegibilidad al responsable del crimen de lesa humanidad, pero, por la vía de la conexidad, habilita como elegible al extorsionista, al narcotraficante, al secuestrador, o a quien hubiera incurrido en grave violación al derecho humanitario”.

El exmandatario cuestionó que este gobierno proponga ideas cercanas a la legalización de la droga y afirmó que las Farc “deben estar motivados por este debate”.

Uribe aceptó que su gobierno no generó una agenda de confianza con la guerrilla, “como condición para el diálogo exigimos el cese de actividades criminales de la organización terrorista; y para un Acuerdo Humanitario requeríamos que quienes salieran de las cárceles se retiraran de Farc y se sometieran a la vigilancia de otro país o ingresaran al programa de reinserción”.

También criticó el “modelo estatista” que se esta implantando en Bogotá y señaló que “puede causar irreparable daño. Es mejor el Estado de participación Comunitaria en la vigilancia de servicios públicos que revivir fracasados monopolios burocráticos”.

El punto más álgido de sus palabras tuvo que ver con el discurso que dieron las Farc hace días en “la cómoda zona de despeje de Oslo”. Al respecto, el exmandatario afirmó que “si el discurso de Oslo era para la galería, puede ser que Chávez indique a la Farc que negocie, firme un acuerdo para aprovechar la amplia impunidad ofrecida, y que a renglón seguido, él ayudará a financiar las elecciones para la toma del poder con la Marcha Patriótica”.

Afirmó que “si la Farc es consecuente con el discurso de Oslo, la negociación implicaría que el Gobierno dé paso al modelo Castro Chavista. Si el Gobierno lo rechaza, como debería ser, la negociación se rompe”.

Finalmente, el mandatario invitó a sus compatriotas a no permitir “que la horda sanguinaria vuelva a copar la agenda del País. No borremos de la memoria el evento, sin par, de hace 5 años, cuando convocados por los jóvenes de las redes sociales, 12 millones de colombianos salieron a las calles a decirle no al terrorismo”.