El problema de las sequías ha mostrado los graves problemas de infraestructura de acueductos que tiene el país. En este momento, Santa Marta tiene un déficit de ochocientos ochenta litros de agua por segundo, números que explica el alcalde Carlos Caicedo con las “Giras de la Verdad”. Además expone las medias que su gobierno está tomando, las responsabilidades históricas de la empresa Metroagua y los estragos ambientales de la actualidad.
En los recorridos que Carlos Caicedo hace por todos los barrios de Santa Marta, expone las variables que, según el actual alcalde, se manejan en la problemática del agua. Las charlas con la comunidad van desde la simple razón de que hace cerca de nueve meses no llueve de forma continua en la ciudad, hasta la devastación que la Sierra Nevada ha sufrido por el narcotráfico. “Cerca del 80 por ciento del bosque primario se quedó sin la capa vegetal. Se podría decir que es la fábrica del agua para las ciudades que colindamos con la sierra”, todo esto asociado a un cambio climático existente que trae como resultado un calentamiento global.
Con la misma vehemencia que describe estas causas, Caicedo no deja atrás los inconvenientes en gestión y planeación que la ciudad padece. Por eso apunta a gobiernos pasados y a la propia empresa que maneja por más de 25 años este servicio público: Metroagua.
Los principales problemas que la empresa no ha podido solucionar, expresa el actual alcalde de Santa Marta en cada comunidad a la que va, están relacionados con ajustar o reducir la tarifa para las familias en donde el servicio no se prestaba de forma continua, mejorar la potabilidad ya que el agua de Santa Marta no es apta para el consumo humano y las presiones del líquido que están sujetas al uso de motobombas.
“Sin embargo Metroagua, a lo largo de estos 25 años, le han prorrogado el contrato de utilización de las redes de agua, el último fue en el 2006, asegurando el manejo del agua hasta el 2017, y en esa continuidad de suscripciones la ciudad se despojó de tener el pago por el arrendamiento de las redes, la interventoría, la oportunidad de ser operador, además de introducir la libre competencia”, asegura el exrector de la Universidad del Magdalena.
En estos contratos se especifica que no solamente se arrendaron las redes que ya estaban construidas, sino las que se fueran a hacer en el futuro. Por eso para el Alcalde “este modelo de operación con Metroaguas tiene que ser revisado de fondo porque no le sirve a Santa Marta, simplemente porque el operador factura, mientras las inversiones tienen que ser por el lado público, tanto del distrito como la nación”.
Además, Caicedo asegura que hay varios problemas de planeación histórica en la entidad territorial y en el propio operador: “Al irse agotando las fuentes -rio Piedra, Manzanares y Gaira- ha habido un problema en hacer estudios para encontrar otras alternativas o fuentes que pasen por otros ríos de la sierra, la utilización del agua del mar o inclusive traer la del Río Magdalena y potabilizarla de forma adecuada como lo hacen Barraquilla y Cartagena”.
Ya con los problemas descritos, el mandatario nacido en Aracataca llega a cada comunidad con carrotanques, explicando las acciones de potabilización del agua en fuentes distintas a las que lo está haciendo Metroagua. Al mismo tiempo describe las otras propuestas presentadas al Gobierno Nacional a corto, mediano y largo plazo. Las últimas de estas se discutieron en una reunión con los ministros de Interior, Vivienda y la viceministra de Aguas.
Entre esas acciones está la proposición para que “la empresa entregue la operación para añadirla a cerca de nueve pozos nuevos, junto con varios que hicieron constructores privados por petición de Metroagua, así como la contratación de 12 más con la Dirección Nacional de Gestión del Riesgo para conectarse con los ya existentes”.
Otra de las soluciones transitorias propuestas por el actual gobierno local es que se pueda traer el líquido en grandes cantidades por medio de embarcaciones, como se hace en las islas del Caribe, de Barranquilla o del Río Magdalena, así como la instalación de una infraestructura que permita captar el agua de la capital del Atlántico a Santa Marta, que son más o menos 90 kilómetros. Con eso se estaría dejando una solución no solamente para el corto y mediano, sino también para el largo plazo.
Ante los rumores de investigaciones de la Procuraduría o la Contraloría, Caicedo tiene claro que los servidores públicos siempre están sometidos a los organismos de control, afirma que su conducta “ha estado en actuar en el marco del Estado de Derecho”.
De acuerdo con esto, está seguro que lo que viene ocurriendo no es más que un despojo al Estado “de su capacidad de la gestión del servicio”, modelo que “ya no le sirve a la ciudad”.
Metroagua y los organismos de control
El actual gobierno de la capital del Magdalena, inició varios procesos para intervenir a la empresa que viene prestando el servicio público desde 1989: “Le pedimos a la Superintendencia de Servicios Públicos por vía escrita que interviniera la empresa, que se hiciera una auditoría integral. Antes de eso habíamos hecho un plan de mejoramiento con la misma Metroagua. Es decir, hemos cumplido una ruta procedimental, inclusive le planteamos al Viceministerio de Aguas que nos acompañara en la terminación del contrato y en la reestructuración de un nuevo modelo de operación”.
Estas peticiones formales buscan articular “todos los actores para buscar la solución, no solo para la emergencia, sino para dejar resuelta de fondo esta problemática de la ciudad”.
Fiestas del Mar
Varios han sido los argumentos para que esta tradicional fiesta samaria no se realice. Carlos Caicedo le atribuye esta “falsa información” al propietario de una emisora local que constantemente refleja su oposición. También a algunos concejales y diputados que liberaron un movimiento para la revocatoria de su mandato.
Así como recuerda que esta persona tiene sus familiares trabajando en Metroagua, en donde “ellos son socios y reciben contratos de publicidad de la propia empresa”. Y confirma que esto “no se hacía público porque simplemente todos, de alguna manera, compartían los mismo intereses”.
Este grupo de personas afirma que las Fiestas del Mar son hechas con dineros públicos, claves para la solución a la crisis del agua. Pero el alcalde asegura que el que tiene la operación es un tercero: “Esta alcaldía no hizo ningún contrato de concesión ni le ha hecho prorroga. Esta alcaldía es la que está potabilizando y atendiendo la emergencia. Es la que está proponiendo soluciones de pozos y las otras alternativas ya descritas. Esa es una verdad que no está dicha y hay que repetirla porque si no se cuenta seguramente la gente se confunde. Esto lo patrocina sustancialmente la empresa privada, quien no tiene entre sus objetivos de negocio dar soluciones a las problemáticas de agua”.
A pesar de estar pasando por una de las situaciones más críticas en la historia de Santa Marta, el exrector de la Universidad del Magdalena hace un recuento de cómo encontró la ciudad y hasta el momento los logros que, según él, lleva en su administración. “Yo recibí la ciudad con una deuda de 250 mil millones de pesos. Ya la sacamos de la Ley 550, avanzamos en un saneamiento de cerca del 50 por ciento. Estamos liberando recursos para hacer inversión. Con todo y las dificultades que hay, creo que la ciudad puede seguir adelante en esta coyuntura crítica”.