Junior tiene nueve años y el “pelo malo.” Él se lo quiere alisar para la foto de la escuela, y así verse como un cantante de moda, lo que crea un enfrentamiento con su madre Marta, quien cada vez lo rechaza más. Esta es la trama de Pelo malo, la más reciente producción cinematográfica de la directora, guionista y artista plástica veneca Mariana Rondón, quien obtuvo una Concha de oro con esta cinta que para muchos implícitamente habla sobre sexualidades no normativas. (Entrevista)
En pocas palabras, ¿qué es Pelo Malo?
El PELO MALO es un gran tema en Venezuela y en el área del caribe e incluso Brasil. PELO MALO es el pelo de la gente negra o producto de las mezclas raciales y existe una industria multimillonaria que sobrevive del alisado del cabello.
La expresión tiene también un componente de desprecio racial y para muchísimas personas es ese encuentro doloroso e íntimo ante el espejo, de no lucir como te gustaría o cómo los cánones de belleza dicen que debes lucir.
¿De dónde nace “Pelo malo”?
Quería hacer una película sobre la violencia y sóbre las heridas que se ocasionan cuando no se respetan las diferencias.
Creo que Pelo malo habla de formas de violencia sutiles que muchas veces no identificamos fácilmente, ¿cree que por ejemplo, hay violencias en la mirada, en los gestos?
Ellos son una familia, reflejo de su contexto, que poco a poco van incorporando y haciendo propios gestos de incomprensión y violencia. Marta, la madre, concentrada en la sobrevivencia, le enseña a su hijo Junior a sobrevivir igual que ella, sin recursos, sin libertad.
La película fue construida con varias capas. La vida no acepta una sola lectura, una sola explicación. Las necesidades del ser humano son más amplias. Yo quiero que, en la medida que la película avanza, el juicio al otro no sea posible.
Al parecer también es una película sobre cómo cada ser humano es único, ¿qué tan grave que puede llegar a ser no respetar al otro, no respetar las diferencias?
Creo que Pelo Malo es una historia universal. Habla sobre la libertad del individuo y el derecho a disfrutarlo y descubrir su propia identidad, sin pasar por el juicio de los otros.
La película utiliza el PELO MALO como metáfora, pero todos podrán descubrir alguna razón personal para entender a los personajes. Esa ha sido la gran experiencia que hemos vivido con la película alrededor del mundo.
Más que aceptar la diferencia, ¿es la película un “llamado” a cuestionar los estereotipos?
JUNIOR, el personaje principal de la película, quiere parecerse a un cantante de moda con pelo liso. Eso puede ser un estereotipo o no. Me interesa más verlo como un deseo. Las verdades no son únicas y de eso también habla la película.
¿Cree que los estereotipos generan un clima de no respeto y de intolerancia hacia el que es distinto y piensa distinto?
Más bien los prejuicios. Algunos pueden tener origen en los estereotipos y otros no.
¿Pelo Malo es una crítica social?
Me interesa hablar del libre albedrio del ser humano, de las libertades individuales.
Se dice que la cinta es también una historia sobre el racismo, sobre la homofobia o la intolerancia política, ¿Le molesta que en ‘Pelo Malo’ surgen diversas lecturas? ¿hay alguna correcta y/o errónea?
Creo que el racismo, machismo y homofobia resumen la constante ausencia de respeto por las diferencias, de respeto por las necesidades individuales. En esa medida quería que PELO MALO fuera capaz de hablar de la manera más amplia posible sobre esas temáticas, dejando un espacio para que el espectador haga su propio juicio.
Pelo Malo sucede entre el drama doméstico y el contexto social, ¿es el primero un reflejo del segundo viceversa?
Quiero hablar de la intolerancia dentro de un contexto social cargado de dogmas, que no acepta lo distinto, donde lo público se extiende a la vida privada. Mis personajes viven rodeados de referentes que los excluyen. Una iconografía que los alimenta de mesianismo político y certámenes de belleza. Modelos vacuos que los devuelven, finalmente, a su desesperanza.
La dirección de actores es una fortaleza de Pelo Malo. ¿Cómo fue el trabajo con los actores?
Mis actores son debutantes en cine. En el caso de Samantha, es actriz de teatro con diez años de trabajo continuo. La abuela fue cantante profesional y eso de alguna manera le da una idea del dominio de la escena. Yo no buscaba especialmente debutantes, buscaba personas con la capacidad de construir el personaje que me había inventado. El casting resultó fácil para la madre y el niño. La abuela y la niña nos tomaron mucho más tiempo para poder conseguirlas. Tanto el trabajo de ensayos como el de casting siempre lo hago alrededor de juegos.
Me llamó mucho la atención su forma de trabajar, la idea de crear los personajes con los actores y actrices ¿Cómo es el proceso de construir los personajes de sus películas a partir del juego de poder?
Mi intención era crear personajes de carne y hueso, con sus contradicciones y sus miserias. Para ello trabajamos durante mucho tiempo. Cada día el poder lo tenía uno de los actores. Para mi fue un descubrimiento cómo el ejercicio del poder los hacía cada vez más humanos, mas reales, en fin, mas contradictorios.
¿Cuál ha sido el mayor reto de hacer esta película? ¿y cuál fue la mayor enseñanza que le dejó Pelo Malo?
La auteridad era un punto de partida para esta película, ser consecuente con eso fue un reto. Una de las grandes enseñanzas es que la austeridad es un buen camino para trabajo que quiero hacer.
Usted es artista plástica y escritora, ¿cómo eso influencia su faceta de directora? Y ¿Cómo se alimentan sus yo artista plástica y escritora, de su yo directora de cine?
Nunca sé donde está el límite entre las artes plásticas y el cine. Es el cine quien ha influenciado mi último trabajo de artes plásticas. Es difícil definir cómo se dan estos fenómenos creativos. Después de filmar la película, un día descubrí que tenía una instalación delante de mi, que se llama SUPERBLOQUE.
El arte tiene mucho de descubrir en la cotidianeidad: lo particular.
Es una especie de revelación. Por eso es tan emocionante.
La película ha tenido éxito en otras latitudes. ¿Por qué es importante para el cine latinoamericano explorar mercados y festivales desconocidos?
EL cine latinoamericano está muy sólido, ya conoce muy bien todos los mercados.
¿Cómo es el panorama del cine en Venezuela actualmente?
Están pasando dos cosas importantes en el cine venezolano. Una de ellas es que el cine se está mostrando internacionalmente. Con Pelo Malo estamos recibiendo premios en lugares que ni siquiera habían proyectado nunca una película venezolana, como es el caso del Festival de Turin o Thessaloniki. Además estamos distribuyendo, en nuestro caso, en unos 10 países europeos y lo que, parece mentira y es mas difícil, en 5 o 6 países latinoamericanos. Sin embargo, yo creo que lo más importante y está marcando una diferencia, es la gran asistencia del publico venezolano a las salas de cine, a ver películas venezolanas. Creo que ese público es cada vez más exigente y empieza a demandar un cine mejor.
¿Qué tal fue la experiencia de ganar la Concha de Oro?
Maravillosa y sobretodo por que fue otorgada por unanimidad.
¿Qué planes tiene para el futuro?
Yo formo parte de una productora que se llama SUDACA FILMS, donde trabajamos dos directoras que también somos productoras. Nos intercambiamos los roles en cada producción. Es por eso que ahora estamos trabajando en un proyecto que yo produzco y Marité Ugás dirige. Es una película que transcurre entre Venezuela y Perú,