Este jueves, la delegación negociadora de la guerrilla de las Farc dio a conocer los últimos tres puntos del “decálogo” para solucionar el problema del uso y el acceso a la tierra en Colombia. Confidencial Colombia recoge los puntos más importantes de esta visión, que se engloba en la necesidad de una reforma integral al agro nacional.
Desde el 14 de enero, día en el que se reanudaron los diálogos de paz entre el gobierno y las Farc tras un receso para navidad, el grupo guerrillero ha venido planteando el esqueleto de su propuesta para solucionar el problema de la tierra en Colombia, eje estructural del conflicto armado en nuestro país.
A través de cinco comunicados, que han sido leídos por diferentes representantes de la comisión negociadora, la guerrilla ha dado a conocer las 10 propuestas agrarias con las que llegan a la mesa de negociación, y que son seguramente su punto de partida para dialogar con los plenipotenciarios del gobierno.
El pasado miércoles, la guerrillera holandesa Tanja Nijmeijer señaló la satisfacción de las Farc por las “afortunadas coincidencias” entre esta propuesta agraria de la insurgencia y la visión que de la tierra, su uso y acceso tiene el gobierno.
Este jueves, al terminar de plantear su temario de discusión en el eje agrario, los negociadores de la guerrilla plantearon que “diez propuestas aquí presentadas, demandan la conformación de una nueva institucionalidad estatal y social de la economía y la sociedad rural colombiana” e insistieron en la necesidad de refrendar los acuerdos a través de “mecanismos que garanticen su seguridad jurídica”.
El único camino posible para legitimar la mesa y asegurar su futuro político es la Asamblea Nacional Constituyente.
Confidencial Colombia recoge los puntos más importantes de la propuesta de las Farc para mejorar las condiciones de vida de los campesinos colombianos y presenta en un documento adjunto las 10 propuestas, completas, de desarrollo agrario de la guerrilla.
1. Reforma agraria
La primera propuesta presentada por las Farc se trata de un documento que engloba la necesidad de “una reforma rural y agraria integral, socioambiental, democrática y participativa, con enfoque territorial”, fundamentada en varios aspectos.
La superación de las condiciones sociopolíticas que generan la violencia de Estado en Colombia, la democratización del poder territorial, la erradicación del hambre y la justicia en las relaciones urbano-rurales son las bases de esta propuesta agraria.
La guerrilla insiste en la promoción al “acceso y el disfrute del derecho a la tierra y al territorio de los campesinos sin tierra y de las mujeres en especial”, pide establecer límites a la extranjerización del terreno, reconocer los territorios colectivos e incentivar la economía campesina.
Así mismo, insiste en genera una “política de investigación y desarrollo científico técnico, de protección de las semillas nativas y del conocimiento propio y exige la revisión de los TLC que afecten la soberanía alimentaria.
2. Erradicar la desigualdad
La segunda propuesta, leída por ‘Marcos Calarcá’ el 19 de enero en La Habana, tiene que ver con la erradicación “del hambre, la desigualdad y la pobreza de los pobladores rurales” a través de la puesta en marcha de “programas masivos de nutrición y alimentación y de empleo rurales” y “de dignificación y laboralización del trabajo agropecuario”.
Esa erradicación de las condiciones de desigualdad debe venir acompañada, según ellos, por la provisión “de la correspondiente infraestructura social en educación, salud, vivienda, seguridad social, recreación, cultura y deporte, acompañada de la disposición extraordinaria de recursos del presupuesto público”.
3. Deuda histórica con el campo
El mismo 19 de enero, ‘Calarcá’ afirmó que la tercera iniciativa agraria de las Farc tiene como objetivo construir una nueva realidad en el campo, basada en la “democratización de las relaciones urbano-rurales, y en el principio de la justicia territorial”.
Esto indica poner a andar varias medidas para “cubrir la deuda histórica política, económica, social y cultural del Estado con el campo y sus pobladores, deuda que ha producido violencia, exclusión, desigualdad, pobreza, discriminación y segregación territorial”.
Desmilitarizar el Estado, superar la estigmatización de los campesinos, reordenar el territorio “urbano-rural con base en criterios de equidad” y distribuir la riqueza entre todas las comunidades del país.
4. “Desganaderizar” la tierra
Tres días más tarde, ‘Rubén Zamora’ fue quien leyó las siguientes propuestas agrarias de las Farc. La cuarta se refirió específicamente al derecho al acceso y uso de la tierra por parte de los campesinos y comunidades del país.
Para eso, la guerrilla exigió priorizar la “protección de ecosistemas frágiles y el acceso y disfrute estratégico del agua por parte de la población” estimular los uso agrícolas de la tierra que “desganaderizen los territorios” y establecer límites estrictos o limitaciones a la “extracción de gran minería a cielo abierto, de hidrocarburos, de generación de energía hídrica y de producción de agrocombustibles”.
En este apartado, la guerrilla propuso también alternativas frente a los cultivos ilícitos, señaló que es necesario “transitar hacia producciones alternativas o de sustitución” e incluso afirmó que sería posible legalizarlos para fines “medicinales y terapéuticos o razones culturales”.
5. Fondo de tierras
Con el fin de garantizar el disfrute del derecho al territorio, la guerrilla plantea la creación de “un Fondo de Tierras, conformado por tierras provenientes de latifundios improductivos, ociosos o inadecuamente explotados, tierras baldías, tierras apropiadas mediante el uso de la violencia y el despojo, y tierras incautadas al narcotráfico”.
El Fondo, según las Farc, debería distribuir “a través de la dotación de tierra a campesinos sin tierra y a mujeres, de manera prioritaria” y sería creado para mejorar “las condiciones de propiedad y de producción de los pequeños y medianos propietarios, incluida la superación del microfundio”.
Las Farc también proponen en este documento estimular las economías campesinas asociativas, reconocer la definición de territorios campesinos, indígenas, afrodescendientes, raizales, palenqueros e interétnicos, y generar un catastro alternativo para realizar un proceso de reparación integral a las víctimas del despojo.
6. Territorios colectivos
La guerrilla insiste en su sexta propuesta agraria en exigir el reconocimiento de territorios colectivos, lo que implica “la titulación colectiva de sus tierras y territorios, el respeto real y efectivo de la autonomía y la organización política, económica, social y cultural de esas comunidades, con fundamento en jurisdicciones propias, y la responsabilidad del Estado para su protección y financiamiento”.
7. Territorios campesinos
Las Farc piden, de la misma manera que en el punto anterior, reconocer y definir los territorios campesinos y que estos espacios tengan los mismos alcances que otras formas de asociación agraria colectiva.
Respeto real y efectivo “por la autonomía y la organización política, económica, social y cultural, en el establecimiento de jurisdicciones campesinas propias, y en la responsabilidad del Estado para su protección y financiamiento”, exige la guerrilla para estos territorios y sus habitantes.
Para la insurgencia, estos espacios asumen dos formas: Primero, como territorio colectivo de Zonas de Reserva Campesina; segundo, como Zonas de Producción Campesina de Alimentos. Esta propuesta debe acompañarse, según la guerrilla con medidas que “garanticen la vida y las concernientes a la dignificación y al reconocimiento político de los campesinos y campesinas por parte del Estado”.
8. Economía campesina
Este jueves, el negociador Yuri Camargo presentó los tres últimos puntos de la propuesta agraria de las Farc. El primero de ellos está encaminado a exigir un compromiso del Estado con la soberanía alimentario mediante el estímulo a “diversas formas de producción de alimentos destinadas al cubrimiento de las necesidades nutricionales y de alimentación del pueblo colombiano”.
Eso significa crear condiciones de “producción, circulación, comercialización y consumo de los alimentos” y debería venir acompañada de “infraestructura física, especialmente de vías de comunicación y de riego, de transporte, de acopio y almacenamiento, de comercialización y acceso a los mercados local, regional, nacional o internacional, de crédito y de otros medios de financiación”.
La economía campesina, según la guerrilla de las Farc, merece especial protección y estímulo por parte del Estado Colombiano.
9. Desarrollo científico agrario
Las Farc también proponen estimular la investigación y el desarrollo científico y tecnológico “a la protección y promoción del conocimiento ancestral y propio, a las semillas nativas”.
Esto garantizaría una base teórico-material que sirva como “sustento para el abastecimiento alimentario y el desarrollo industrial”.
10. No TLC
Finalmente, la insurgencia pide denunciar o revisar los acuerdos o tratados comerciales que “menoscaben la soberanía alimentaria y las condiciones de nutrición y alimentación de la población, propicien la extranjerización de la tierra y el territorio, promuevan su acaparamiento en manos de consorcios transnacionales o estimulen la especulación financiera, propicien la producción transgénica o la imposición de paquetes tecnológicos por transnacionales de los agronegocios o de la alimentación”.
Mientras se da esta revisión o denuncia, las Farc propone expedir medidas inmediatas de “protección y subsidio a las economías de producción de alimentos, en especial a la economía campesina”.