Las alertas del gremio petrolero

La Cámara Colombiana de Bienes y Servicios petroleros, Campetrol, indicó que hay varias preocupaciones en la industria como consecuencia de la reforma tributaria anunciada por el ejecutivo, la coyuntura de precios, las licencias ambientales y el terrorismo. Esta mixtura de variables podría ocasionar una salida masiva de empresas que operan en el país.

El presidente de Campetrol, Rubén Darío Lizarralde, le dijo a Confidencial Colombia que el paquete tributario es toda una amenaza para la industria petrolera por cuanto implica un cambio en las reglas de juego y un encarecimiento en la exploración y explotación de hidrocarburos.

Dijo que, por ejemplo, el impuesto al patrimonio siempre ha sido un gravamen temporal y coyuntural que no invita al inversionista a fortalecer sus activos cuando hay la sospecha que este se convierta de largo plazo en perjuicio, precisamente del patrimonio.

“Este sector es la columna vertebral del desarrollo económico y social hoy en el país y por eso hay que preservarlo, más que por las empresas, por la economía nacional, entonces no podemos afectar ni debilitar lo que le está dando recursos fiscales a la nación porque por disminución de los precios y caída también en la producción, que reaccionó en octubre, no podemos debilitarlo aún más sino que debemos abrir la compuerta de un análisis profundo y serio para que las decisiones que se tomen no afecten el patrimonio y no afecten el fortalecimiento de los activos porque hay programas de futuro inmediato que están por entrar y tienen que ver con el desarrollo de nuevas tecnologías y nuevas inversiones. En ese sentido, apoyar la reforma, es patrocinar el debilitamiento o marchitamiento de estas inversiones lo cual no le conviene al país ni a nadie”, comento el señor Lizarralde.

Agregó que el proyecto tributario castiga, no solo, la inversión en activos del sector petrolero sino que extiende su detrimento a todos los sectores productivos. Comentó que Colombia se ha caracterizado por la cantidad de inversión extranjera que ha llegado en los últimos años al país, pero recalcó que está se debilitará si siente que será castigada tributariamente. En su opinión, Colombia y el sector petrolero tienen un abanico tributario amplio que debe ser analizado por el gobierno que si requiere de mayores ingresos fiscales debe buscarlos, pero sin afectar la generación de riqueza, la competitividad, el empleo y la generación, inclusive, de mayores ingresos para el aparato estatal.

“Yo no quiero ser ave de mal agüero, pero hay bastante inconformidad con esta medida en el sector empresarial y en las petroleras que llegaron con unas reglas de juego trazadas para operar. El capital y la inversión extranjera no tienen ni corazón ni patria y sencillamente van a donde mejor los tratan, si se sienten mal tratados o con cambios en las reglas de juego se van para otra parte”, declaró el dirigente gremial.

La caída en precios preocupa, pero…

Al abordar el tema de estrepitosa caída de los precios del petróleo, Lizarralde afirmó que el impacto en la dinámica sectorial no se ha notado, precisamente porque hubo caídas en sísmica y perforación desde hace ya varios años. “Este es el momento para reaccionar, para fortalecer sísmica y perforaciones para que cuando los precios de nuevo reaccionen, estemos en una posición diferente. Las posibilidades en Colombia son absolutamente todas, pero hay que buscarlas y trabajarlas pero alineados gobierno y empresarios para capitalizar las enormes opciones que brinda el país”.

Lamentó el hecho de que Colombia no haya no haya tenido precauciones, luego de las temporadas de éxito o de vacas gordas que fueron disfrutadas al máximo sin tener en cuenta los tiempos difíciles o de grandes dificultades. Aseveró que todos los commodities, sean mineros, agrícolas o petroleros tienen un comportamiento al alza y a la baja permanentemente, es decir, funcionan de acuerdo a los ciclos que el mercado determina y por eso hay que mirar y analizar las tendencias en precio. “Tenemos que aprender a manejar las bonanzas, recordemos que anteriormente dependíamos de las bonanzas cafeteras, y que pasaba, se consumían esos recursos del café y luego venía una depresión económica. Ahora está sucediendo lo mismo y es por eso que hay que fortalecer otros sectores”.


Hay que volver al campo

El presidente de Campetrol, Rubén Darío Lizarralde instó al gobierno y al grueso del sector productivo a fomentar la ruralidad y todo lo que tiene que ver con economía campesina con lo cual, no solo se garantiza seguridad alimentaria sino todo un proceso de inclusión y equidad social.

Al término de Expo Oil and Gas 2014, Campetrol consideró que es obligación de la industria petrolera tener un acercamiento con las regiones, pero no solo alrededor del negocio petrolero sino trabajando sobre la premisa que donde hay petróleo también puede existir agricultura y que donde hay agricultura, también puede haber petróleo. “Esto no es blanco y negro, no son sectores excluyentes y al país le conviene en extremo mirarlos de una manera integral”.


Paz sí, pero sin atentados a la economía

Campetrol le dio su espaldarazo al proceso de paz, pero indicó que el gremio le solicitará al gobierno no negociar la entrega de armas toda vez que el proceso no se ha terminado lo cual resulta desde todo punto de vista inconveniente.

“Si es fundamental poner sobre la mesa el hecho que en la medida en que siga habiendo atentados a lo que le da recursos a la nación para poder adelantar trabajo social, la guerrilla está fomentando una debilidad fiscal que afecta el mismo posconflicto y no se ve bien que le estemos pidiendo ayuda económica a otros países para ese posconflicto mientras la subversión destruye valor y ataca empresas que generan recursos propios para subsanar las heridas que deja el conflicto armado de manera adecuada”, apunto Lizarralde.

Campetrol dijo que mantiene su propuesta de trabajar con el gobierno de cara a sacar adelante el posconflicto, pero aclaró que esos menesteres no son para 12.000 personas que entrarán a la institucionalidad y que hoy están al margen de la ley sino que implica un compromiso con todos los hombres y mujeres que hoy están en el campo y en ese sentido el gran reto es derrotar la pobreza extrema que tanto daño hace, de tal modo que cuando se habla de posconflicto se habla de un trabajo por la ruralidad y de un trabajo que incluye a todos los campesinos colombianos.

En materia de inversión extranjera directa, las cifras serán interesantes al finalizar 2014 porque de momento no se nota un decrecimiento en el apetito de la inversión foránea y es por ello que no se les debe enviar señales negativas a un sector que es proclive al debilitamiento cuando de cambio en las reglas del juego se trata.

Dijo que si bien Colombia no es un país petrolero como Venezuela o México, lo cierto es que hay posibilidades importantes de recuperar crudo y de encontrar más crudo porque todos los análisis apuntan a ello, ahora la tarea se debe hacer entre sector privado y gobierno para aprovechar lo más pronto esas oportunidades sobre la base de mayor eficiencia, mejoramiento de procesos, ajuste de costos así como de utilización de innovación y tecnología para poder salir adelante.