Las banderas de Guillermo Rivera

El representante a la Cámara y actual aspirante al Senado, afirmó que la pelea de largo aliento por suspender las aspersiones con glifosato para erradicar cultivos ilícitos está cerca de su fin. De igual manera, calificó de injusto declarar inexequible al fuero penal militar y se mostró entusiasta por la posible obtención de una de las 100 curules del Senado.

Rivera, quien presidió un debate en contra del glifosato, este miércoles en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, habló para Confidencial Colombia sobre el avance desde el Partido Liberal para dirimir el uso de este químico en la erradicación de cultivos ilícitos cerca de la frontera con Ecuador, y explicó su postura respecto a la coyuntura política del país en los temas del fuero penal militar y su campaña hacia el Senado de la República.

En las últimas semanas, el Representante le sugirió mediante una carta al presidente Santos que suspenda el uso de glifosato para el desmonte de cultivos, bajo la premisa de que este atenta considerablemente contra la salud de los seres humanos y el medio ambiente. La demanda se une a la denuncia interpuesta por Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde estipula que Colombia había violado el derecho internacional al permitir el depósito de herbicidas tóxicos en su territorio, causando daños a la salud humana, el ambiente y la propiedad de los ecuatorianos.

Por consiguiente, este año, los dos países firmaron un acuerdo en el que Colombia se comprometía a mantener el respeto de la soberanía de Ecuador, y a entregar una indemnización económica de 15 millones de dólares, además de mantener informado al país vecino de cualquier movimiento con glifosato en la frontera.

“Lo que estoy proponiendo es que el gobierno colombiano suspenda las fumigaciones hasta tanto no haya una autoridad neutral que certifique que estas no ponen en riesgo a la salud y al medio ambiente”, dicta la carta enviada por Rivera.

Confidencial Colombia: ¿Qué resultados arrojó el debate en contra del uso del químico para mecanismos de fumigación y erradicación de cultivos?

Guillermo Rivera: En primer lugar, todos los representantes a la Cámara que hicieron uso de la palabra, coincidieron en apoyar nuestra solicitud de suspender inmediatamente las aspersiones con glifosato. Yo nunca había promovido un debate frente a un tema tan polémico y que lograra tal apoyo.

Hizo uso de la palabra el representante del Partido Conservador, Juan Carlos Garcia; Berner Zambrano, del Partido de la U; Adriana Franco del partido Liberal, entre otros. Los propios ministros de Justicia y de Salud reconocieron la seriedad del estudio que indica que el glifosato puede derivar en riesgos para la salud de los seres humanos, fundamentalmente alteraciones dermatológicas y abortos.

Los altos funcionarios se comprometieron a llevar este estudio al seno del Consejo Nacional de Estupefacientes y también implicaron en hacernos parte de la iniciativa que, aunque no se ha definido su fecha, la van a convocar la semana entrante.

Yo he venido haciendo debates contra las aspersiones, contra el glifosato desde el 2002. Es una década de discusiones, de participación en foros, de estar dejando constancias, enviando cartas, llamando la atención sobre los riesgos y sobretodo, resaltando la enorme ilegitimidad que le genera al Estado que en aquellas zonas en donde el propio Gobierno ha brillado por su ausencia, su única presencia sea una avioneta esparciendo este químico.

C.C ¿Cuál es la barrera más grande que evita que desde el Partido Liberal se logre tumbar el uso de Glifosato?

G.R: Yo estoy acostumbrado a dar batallas de largo aliento. Por ejemplo, en la batalla por las víctimas, para lograr que esta ley saliera adelante, duramos cinco años. En esta, en particular, llevamos más tiempo pero queremos persistir en ella.

Creo que cada vez más tenemos elementos de juicio para fortalecer nuestra posición y hemos ido logrando la solidaridad de un buen sector de la sociedad colombiana. Sobre todo de académicos y de otros parlamentarios.

Este es el principio del fin de las aspersiones con glifosato. Nunca el Gobierno nos había dicho que aceptaba dar el debate y que valoraba la seriedad de los estudios que expusimos. De plano, el Estado se negaba a cualquier posibilidad de considerar siquiera la suspensión de las aspersiones con glifosato. Nunca habíamos tenido tanta solidaridad de otros congresistas.

El camino aún es largo pero se acerca el fin del uso del químico.

Entre otros aspectos, la reciente negativa en contra de la aprobación del fuero penal militar, del cual Rivera era uno de los demandantes junto con la senadora del Partido Verde, Angela María Robledo, no fue vista con la suficiente satisfacción por el representante Liberal.


C.C: ¿Qué opina sobre la decisión de la Corte, que establece la no devolución del proyecto de ley del fuero penal militar por ausencia de garantías?

G.R: Echo de menos que la Corte no haya devuelto el proyecto al Congreso porque me interesan más las consideraciones de fondo que el trámite legislativo. Especialmente porque yo tengo que reconocer que durante el proceso tuve todas las garantías de oponerme. Me dieron la palabra cuando la pedí.

Declarar inexequible el proyecto por falta de garantías no me parece justo, hubiese sido ideal devolverlo al Congreso. Creo que las consideraciones frente al fuero penal militar son más de fondo que de forma.

A mí me hubiese encantado que la Corte Constitucional abordara luego los asuntos de fondo y que pudiéramos discutirlos.

C.C: ¿Cómo va el camino hacia la curul en el Senado?

Estamos trabajando con toda la intensidad, con la firme intención de que vamos a conquistar una de las 100 curules. Nuestra candidatura es exótica porque provengo de un departamento pequeño, electoralmente hablando.

Provenir de un departamento pequeño y haber logrado un espacio nacional, creo que nos convierte también en una figura con alguna visibilidad para competir por el Senado de la República. Nuestras banderas: por las víctimas, por el medio ambiente, por los derechos humanos, son estandartes que mucha gente reconoce, valora y que serán muy importantes para el próximo año.

¿Cuál es el próximo paso a seguir si logra la curul?

Yo siempre he dicho que el Senado tiene mayor musculo político que la Cámara. Lo que estamos planteando es más musculo político para seguir defendiendo nuestras banderas y construir una sociedad más equitativa con miras a consolidar más consensos, porque los colombianos requieren este tipo de medidas para resolver los problemas básicos de esta sociedad.

La gente está cansada de las interminables peleas entre Uribe y Santos y de las discusiones entre el alcalde Petro y sus opositores. Las personas están esperando una dirigencia política que ayude a construir consensos en donde se le diga una agenda cotidiana y sencilla. En eso estamos enfocados.

También tenemos una propuesta en materia de educación. La hemos denominado Educación para la felicidad.

Hoy el sistema educativo colombiano lo que está haciendo es replicar de generación en generación las desigualdades históricas que ha tenido este país.
Mientras que en Colombia no exista un estándar mínimo de calidad en la educación básica, va a ser muy difícil que nuestra sociedad rompa esta desigualdad histórica. Y ¿de qué se trata esta iniciativa?

Se trata de plantear como parte del derecho fundamental a la educación el acceso a la tecnología y el dominio del inglés para que los colombianos de cualquier región y estrato del país, a través de la educación pública, tenga acceso a este tipo de servicios. Sin el inglés, yo creo que es muy difícil para los jóvenes de Colombia tengan una visión del mundo más amplia.