Al término de la Quinta Feria de la Confección Mayorista quedan dos sensaciones, la primera que todo salió bien y que Bogotá sigue haciendo apuestas importantes por la moda, la segunda, que las ventas están contraídas y dejando mucha preocupación.
La gerente del GranSan, Johana Gómez le dijo a Confidencial Colombia que si bien la feria fue un éxito toda vez que se vendieron más de 3.000 prendas en carpa sin contar los resultados de las ruedas de negocios, lo cierto es que hay un tufillo de angustia en algunos fabricantes que ven que el año no despega en ventas.
Según la vocera de este emporio de la moda, la tendencia puede cambiar si se tiene en cuenta que la oferta de ropa no solo es de alto diseño sino de bajos precios.
Para la señora Gómez lo relevante es mostrarle a Colombia y al mundo que Bogotá se afianzó como centro de moda en donde hay nada más y nada menos que 25.000 empleos directos en donde el beneficio en ingreso lo reciben en su mayoría madres cabeza de hogar.
“No se puede negar que hay una contracción de la demanda, no solo en Colombia sino en el mundo que de alguna manera afecta al país, pero justo es allí en donde hay que sacar el ingenio y el optimismo para poder reinventarse y no quedarnos en la parte de la venta reactiva, ello implica salir a buscar los clientes, identificando sus necesidades y a eso le apuntamos”, declaró.
Para esta dirigente empresarial, las ventas pueden ser mucho más alentadoras en el segundo semestre por cuanto hubo una curva de recuperación a finales de mayo, indicador que invita a la esperanza.
Confección de exportación
Si bien hay una oferta de prendas para el mercado externo, lo cierto es que se avecina un plan muy ambicioso de exportaciones el cual se coordina con Proexport. Ese trabajo implica toda una capacitación que va desde lo más elemental hasta las técnicas de exportación y los beneficios del libre comercio.
A la Feria de Confección Mayorista asistieron más de 30.000 personas entre invitados nacionales, internacionales y compradores de todo el país. Los compradores exógenos vinieron de Estados Unidos, Venezuela, Perú y México para mover las finanzas de la esquina más movida de la popular carrera décima, en el vetusto, pero histórico y rentable San Victorino, esa zona eléctrica y súper dinámica en donde el sepia de la historia aún se aprecia con ese olor a baúl, el mismo que guarda los secretos de virreyes, cabildantes, empresarios y grandes negociantes.
Ropa que cautiva mercados internacionales
Alexandra López es una bella modelo que no solo luce un Brujean azul que deja ver cada una de sus curvas y su espléndida figura, sino que le dedica gran parte de su tiempo a promocionar la marcas FIT-G, tarea para nada complicada dada su condición de mujer hermosa que adorna cada saludo con una sonrisa cautivamente y muy a la colombiana, simpatía y espontaneidad.
La vocera de esta marca anotó que la marca como tal va bien toda vez que está entrando con mucha fuerza en el mercado interno sino que logra posicionarse con merecido éxito en el ámbito internacional.
Esa expansión, dijo, es determinante para demostrar que el producto y el diseño colombiano gozan no solo de calidad, diseño e innovación, sino de precio cómodo, de tal suerte que los grandes, pequeños y medianos comerciantes pueden sacar el máximo de rentabilidad con prendas finas y muy novedosas.
Está marca ya tiene reconocimiento en Venezuela, Guatemala y Perú. “En este momento queremos ir a otros países, estamos tocando puertas y obviamente vemos una gran opción con el TLC”.
El Jean colombiano, explicó, tiene como gran particularidad que horma a la perfección y como valor agregado es fabricado con telas nacionales de mucha calidad, lo que le da esa condición de durabilidad.
“Nosotros fabricamos jeans para todo tipo de mujer, es decir que la que tiene el cuerpo en condición o goza de buena forma, el pantalón le entra perfecto, haciendo relucir la figura. A esas gorditas que tienen algo de estomaguito también les ofrecemos un pantalón que esconde esos kilos de más”, precisó.
China no puede cogernos con los pantalones abajo
La vocera de FIT-G manifestó que el efecto China se puede contrarrestar con mucha publicidad en donde se destaque la calidad de las prendas nacionales y de los óptimos materiales con los que se elabora cada Jean.
“China como mercado es una realidad, pero no nos podemos amilanar porque tenemos calidad para competir. Ya he visto varios jeans de ese país y tengo que decir que son casi que desechables, la moda colombiana no solo es durable, sino pletórica de diseño, color e inventiva. No se puede negar que hay productos chinos excelentes para la retina, pero de calidad muy cuestionable”, dijo la experta en moda.
Sobre las ventas del semestre, López anotó que innegablemente los meses corridos no han sido buenos y dejaron más caras tristes que cualquier otra cosa, pero como todos en el centro comercial, le apuestan a la recuperación. “El semestre fue duro, pesado, complicado y ello es reflejo de la coyuntura económica internacional y desde luego de la masiva llegada de prendas chinas”.
La empresaria deploró que el contrabando es otro factor a tener en cuenta porque llegan prendas de oriente a precios irrisorios que golpean duramente la industria nacional. Lo imperdonable del asunto, dice, es que cada pantalón que se ofrece tiene un módico costo de 30.000 pesos. Situación que no admite que el colombiano no se la juegue por el país.
Hace un año FIT-G vendió entre 1.500 y 2.000 jeans por mes, este año la cifra cayó a estándares dramáticos pues se venden hoy la mitad o menos.
Comprando con seguridad
El director de operaciones del GranSan, Yansen Estupiñán comentó que en asuntos de seguridad San Victorino muestra grandes avances y es por ello que cada vez es menor el estigma por este centro de gran comercio de la Décima con Décima.
Para optimizar la seguridad, este centro comercial ha hecho no solo inversiones importantes sino que consolido alianzas con la Policía Metropolitana de Bogotá. “El sitio es muy seguro y eso se ve en las estadísticas porque no hay homicidios, accidentes ni crímenes de gran cuantía. Los robos menores, inclusive también bajaron ostensiblemente”.
Otro dato para destacar es que en este sector comercial de Bogotá no se admite el cobro de vacunas por parte de los grupos armados ilegales o de la delincuencia común. “Aquí la extorsión no tiene cabida porque hay apoyo del Gaula, la Sijín y las autoridades en general que le pusieron talanqueras al hampa”.
Estupiñán recomendó hacer compras en compañía y sin hacer visible la tenencia de dinero. Otra recomendación consiste en usar rutas seguras, pero para evitar suspicacias indicó que lo mejor es cambiarlas.