WikiLeaks sigue revelando información comprometedora para la Casa Blanca, esta vez el presunto espionaje a tres expresidentes franceses por medio de su embajada en París, pone en aprietos a la potencia norteamericana.
La azotea de la Embajada de Estados Unidos en París, un edificio situado solo a 250 metros del Palacio del Elíseo, sede de la Presidencia francesa, oculta una estación de telecomunicaciones dedicada a las escuchas de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA).
La revista alemana “Der Spiegel” asegura que la NSA dispone de instalaciones similares en unas 80 embajadas de EEUU, de las que 19 se encuentran en Europa, como Berlín, Ginebra, Estocolmo, Viena o Madrid.
Y según publica este miércoles el diario “Libération”, uno de los medios de comunicación franceses que han revelado el supuesto espionaje estadounidense a los tres últimos presidentes de Francia entre 2006 y 2012,la instalación se colocó en la embajada de EEUU entre 2004 y 2005.
“Está recubierta de una lona especial que permite pasar las señales electromagnéticas y pintada con ventanas de trampantojo con el fin de disimularla ante las miradas curiosas”, agrega el diario, que subraya que esa última planta de la delegación diplomática estadounidense puede observarse a simple vista desde la colindante Plaza de la Concordia.
El actual jefe de Estado de Francia, Fraçois Hollande, convocó un Consejo de Defensa extraordinario este miércoles
En concreto, se denomina Special Collection Service (Servicio de Colección Especial o SCS, por sus siglas en inglés), una unidad común que comparten la NSA y los servicios de inteligencia de la CIA, y el cambio en el edificio puede apreciarse en fotografías tomadas por satélite antes y después de que se colocara allí ese centro de telecomunicaciones.
El actual jefe de Estado de Francia, Fraçois Hollande, convocó un Consejo de Defensa extraordinario esta mañana tras conocerse que EEUU espió presuntamente a los tres últimos presidentes de Francia, Jacques Chirac,Nicolas Sarkozy y al propio Hollande.
Al término del mismo, la Presidencia francesa tachó de “inaceptables” las supuestas escuchas y aseguró que no tolerará “ningún acto que cuestione su seguridad y la protección de sus intereses”.
Además, llamó a consultas a la embajadora estadounidense en París, Jane D. Hartley, que en octubre de 2013 sucedió en el cargo a Charles Rivkin.
Sumado a esto el Jefe de Estado francés, aseguró que hablaría con su homólogo estadounidense, Barack Obama, para pedirle explicaciones acerca de las escuchas del espionaje de EE.UU. a los tres últimos presidentes de Francia.
El senador del partido de Los Republicanos y ex primer ministro Jean-Pierre Raffarin señaló en declaraciones al canal “BFM TV” que Hollande informó a un grupo de parlamentarios que se reunieron con él en el Elíseo que abordará con Obama la crisis abierta por las revelaciones de los medios “Libération” y “Médiapart”.
El presidente de la Asamblea Nacional, el socialista Claude Bartolone, confirmó que en la conversación Hollande verificará si los compromisos de EEUU sobre el fin de las escuchas se han respetado o no, y “para marcar unas reglas del juego respetuosas”.
Por su parte el partido del expresidente Nicolás Sarkozy calificó este hecho como inaceptable a través de un comunicado. “Como amigos y aliados, la cooperación entre los servicios de inteligencia contra el enemigo común es crucial, como es el caso en estos días en que franceses y estadounidenses juntos han luchado contra el terrorismo en la región de Sahel en el cercano Este. Por lo tanto, es inaceptable que esas herramientas sean usadas en contra de un aliado o un amigo de un Estado aliado, como hemos visto en la prensa francesa”, aseguraron los republicanos.