Las Farc dicen estar dispuestas a todo por la paz

Las FARC están dispuestas “a todo” para alcanzar la paz en Colombia pero exigen “reciprocidad”, dijo hoy Marco León Calarcá, uno de los negociadores de la guerrilla en el inminente proceso de diálogo con el Gobierno de Juan Manuel Santos.

Las Farc están dispuestas “a todo” para alcanzar la paz en Colombia pero exigen “reciprocidad”, dijo hoy Marco León Calarcá, uno de los negociadores de la guerrilla en el inminente proceso de diálogo con el Gobierno de Juan Manuel Santos.

“Nosotros estamos dispuestos a todo: por la paz hasta la vida misma. Pero que haya reciprocidad, que no sea solamente nosotros poniendo para la paz”, manifestó Calarcá en una entrevista con Efe en La Habana.

En la primera quincena de octubre, el Gobierno de Santos y las Farc se sentarán en una mesa de diálogo por la paz que se constituirá en Oslo (Noruega) para después trasladarse a La Habana. Si bien la guerrilla anunció que la cita en la capital noruega sería el día 8, medios colombianos divulgaron que fue aplazada al domingo 14.

“En la primera quincena de este mes que acaba de empezar vamos a instalar públicamente (el diálogo). Oportunamente daremos a conocer las fechas exactas”, se limitó a decir al respecto Marco León Calarcá, cuyo verdadero nombre es Luis Alberto Albán.

Este negociador de las Farc, quien ha participado en anteriores intentos de diálogo que fracasaron, considera que una de las diferencias del momento actual es que “el pueblo colombiano está lo suficientemente fuerte para decir basta ya de guerra”.

“Vamos a buscar las soluciones al conflicto. No es simplemente acallar las armas, se trata de solucionar las causas que hicieron que esas armas se pusieran en acción. Esa es la idea del proceso”, agregó.

Como ya hizo el grupo rebelde en una de sus recientes comparecencias en La Habana, Calarcá insistió en la propuesta de un alto el fuego bilateral durante las conversaciones, lo que el presidente colombiano ha rechazado.

La guerrilla cree que Santos se equivoca: “Uno de los errores (…) es conversar en medio de la guerra porque genera muchas tensiones”, advirtió.

En cualquier caso y “a pesar de la política perversa del gobierno colombiano de abrazar y apuñalar al mismo tiempo, nosotros seguimos con la bandera de la paz en alto confiando en que la fuerza social colombiana va a cambiarle esa óptica al Gobierno”, agregó Calarcá.

Otro de los aspectos polémicos planteados por las Farc es la inclusión de “Simón Trinidad” (Juvenal Ricardo Ovidio, preso en Estados Unidos), en su grupo de negociadores, lo que responde a una “decisión soberana” de la guerrilla, según Calarcá.

Dijo que la forma de participación de “Simón Trinidad” en las conversaciones se discutirá en la mesa de diálogo y se mostró convencido de que habrá un acuerdo: “hemos salvado escollos mucho más grandes”, destacó.

Tras seis meses de conversaciones secretas, el Gobierno colombiano y las Farc suscribieron el 26 de agosto en La Habana un “acuerdo general para la terminación del conflicto” con el compromiso de abrir un proceso de paz y donde se traza “una hoja de ruta” con cinco puntos.

Esos puntos son el desarrollo rural y un mayor acceso a la tierra; las garantías del ejercicio de oposición política y la participación ciudadana; el fin del conflicto armado y la reinserción de los guerrilleros en la sociedad; la búsqueda de una solución al problema del narcotráfico, y los derechos de las víctimas.

Sobre el narcotráfico, Calarcá destacó que la preocupación de las FARC es resolver la situación de los campesinos que cultivan y procesan coca y que se les brinden otras alternativas, y defendió que la guerrilla ni tiene cultivos, ni laboratorios, ni protege estas instalaciones.

“Las Farc sencillamente cobra un impuesto cuando van a comprar la coca al área donde vivimos, como se cobra un impuesto para todas las actividades económicas”, dijo el negociador quien no precisó cuánto dinero ingresa el grupo por ese concepto al tiempo que rechazó las acusaciones de “narco-guerrilla” y las tachó de “cantinela”.

También reiteró que las FARC no tienen actualmente rehenes civiles ni a militares, una afirmación que contradicen familiares de secuestrados y excautivos.

En cuanto a la duración del diálogo, el negociador de la guerrilla prefirió no comprometerse con plazos “fatales” y abogó por trabajar el tiempo que sea necesario con “dinamismo” y “agilidad”.

Fundadas en 1964, las Farc es el grupo guerrillero más antiguo de América Latina y también el más numeroso de Colombia, donde llegó a tener más de 20.000 integrantes, aunque en los últimos años se han reducido a entre 8.000 y 9.000, según cifras oficiales.