La cabeza de lista al Senado por Cambio Radical, habló con Confidencial Colombia de muchos de los temas que se están moviendo en la actualidad política nacional. Carlos Fernando Galán dejó sus impresiones sobre la reelección del presidente Juan Manuel Santos, la posibilidad de una candidatura de Germán Vargas Lleras, el Uribe Centro Democrático y lo que podrá ser su trabajo como parlamentario.
Confidencial Colombia: ¿Se enredó la reelección del presidente Santos?
Carlos Fernando Galán: No. Creo que es una situación difícil. Si el presidente decide aspirar no va a ser fácil. Se han cometido algunos errores, ha habido cosas injustas, le han explotado situaciones que no son de su total responsabilidad pero las ha enfrentado. Esto ha afectado su imagen y la del Gobierno. Tiene la situación difícil, pero también es cierto que faltan meses para la elección presidencial, falta una etapa donde el gobierno puede y debe mostrar resultados frente a los más de tres años al frente del país. Para este Gobierno hubo muchas críticas en la primera etapa, se sentía que había una falta de ejecución. Ahora es el momento para demostrar que sí la ha habido y eso va a entregar resultados que pueden generar un impacto. Por otro lado, a pesar de que las encuestas dicen una cosa, no veo un candidato fuerte que realmente amenace al presidente, todavía no lo veo.
C.C.: ¿Cuáles son esos errores que cometió el Gobierno?
C.F.G.: Hay errores coyunturales, el manejo que se le dio al paro agrario en la primera etapa fue desafortunado. Desconocer las dimensiones fue un error, también ha habido una falta de diálogo con algunos sectores en el país que han generado una situación propicia a la molestia. Por ejemplo, en el tema de los campesinos y el sector del agro, esperaron que el tema llegara a unos niveles de gravedad para empezar a dialogar.
Otro que pudo ser percibido como un error, pensado desde un punto de vista pragmático, es que el Gobierno de manera responsable le ha apostado a varias cosas grandes al tiempo. Sacó adelante una reforma a la forma como se distribuyen las regalías que generó problemas en algunos departamentos que se sintieron afectados pero que buscaba garantizar que las regalías, que son de los colombianos, beneficien a todos.
Esa fue una apuesta compleja, con costo político, pero en el fondo responsable, por más que haya discusiones en algunos temas de la operatividad de cómo eso ha funcionado. Puede haber cuestionamientos, pero es claro que hay que distribuir mejor ingresos o regalías en el país. Me parecía serio hacer una apuesta compleja.
Otra apuesta fue el tema de tierras. El Gobierno estuvo encima de la ley de tierras: esto es algo que toca cayos, que genera impacto y choque con algunos sectores del país y eso va de la mano con la ley de víctimas. Ese tema también genera impacto en algunos sectores porque este país ha negado a las víctimas, las ha borrado y por primera vez un Gobierno las pone en el eje del debate. Es otra puesta inmensa que genera problemas.
El Gobierno se ha montado en el proceso de paz y eso me parece responsable. Es una oportunidad clara de lograr la paz. Es muy difícil, tiene muchos obstáculos, significa que el Gobierno tiene que tomar decisiones de contexto y dé reglas para ese proceso, poniendo en juego el capital político del Gobierno, entonces usted entrar a negociar con las Farc en medio de la guerra sin pactar un cese al fuego, teniendo la experiencias que vimos en Colombia, era la mejor decisión que se podía tomar. A su vez, es una decisión que tiene unos riesgos inmensos ya que la guerrilla va a estar atacando y va a llevar a que mucha gente diga “cómo el Gobierno negocia con unos tipos que nos están atacando”.
Por otro lado, todo eso genera un costo político grande, es otra puesta del presidente Santos grande, compleja, difícil, responsable. Lo que tengo claro es que fue un error apostarle a tantas cosas al tiempo, no digo cuál sea la más importante o cuál no. De pronto hubiese sido más pragmático que el Gobierno hubiera evaluado un poco: “no nos metamos en cosas tan complejas porque es difícil sacarlas adelante todas y todas tienen riesgos”, eso me parece que pudo haber llevado a la situación que estamos viviendo. También hay un error de comunicación. Ha sido muy expedito al anunciar las cosas que va hacer. Por ejemplo, confirmar que van hacer inversiones en este departamento por tanto, vamos hacer este esfuerzo, y cuando muchas de esas cosas se concretan, no las ‘cacarean’, entonces la gente se queda con esos anuncios y no se dan cuenta de que muchos son una realidad y se han concretado de manera importante.
C.C.: Con los últimos resultado de las encuesta en contra del presidente Santos ¿Vargas Lleras saldría como candidato presidencial?
C.F.G.: No, nosotros en Cambio Radical y el mismo Germán Vargas, ha dicho que si el presidente Santos decide aspirar a la reelección lo acompañamos y eso no ha variado.
C.C.: ¿Cómo se está haciendo el filtro para dar el aval de los candidatos al Senado y a la Cámara en Cambio Radical?
C.F.G.: Primero este filtro va ser más fácil que el de hace dos años porque para ese entonces estábamos hablando de 11 mil candidatos. Hoy esa cifra es muchísimo menor. Hay procesos más complejos, si bien es más fácil en términos de números, hay situaciones en algunos departamentos que hay que revisar. Me he tomado el tiempo de analizar quiénes quieren entrar, quiénes han manifestado el interés, inclusive algunos han radicado documentos con la intención de ingresar al partido. En todos los departamentos ya hay candidatos que quieren entrar. A hoy no se ha expedido nada como tal, no hay avales porque cuando se expiden es cuando se inscribe la lista completa al Senado y las listas a Cámara de los departamentos. Hasta que eso no se inscriba con la firma del partido no hay aval para nadie. Es más, yo no tengo el aval todavía, ya manifesté mi intención, tengo que llenar los papeles y radicar los documentos.
Hay gente en diferentes departamentos que ya hacen campaña diciendo que son candidatos de Cambio Radical, eso no es así. Solamente tienen en principio garantizado la posibilidad quienes se han anunciado oficialmente. El partido o los que hacen parte de la bancada actual que quieren aspirar a ser nuevamente reelegidos, tienen derecho hacerlo. A partir de eso ya he venido haciendo unos anuncios de candidatos nuevos que obviamente tienen el respaldo del partido. Anuncié la candidatura de Arturo Char en el Atlántico, con cuatro representantes a la Cámara de su departamento; la candidatura de Alfonso Matos en el Cesar, por ahora con dos candidatos a la Cámara; la candidatura de Germán Varón, que pasa de Cámara al Senado; la candidatura de Clara Pinillos al Senado, la candidatura de Rosmery Martínez del Tolima al Senado. Son anuncios de personas nuevas que llegan a las listas, que ya tienen el respaldo del partido y es una cuestión de trámite para que los radiquemos.
Así mismo, cuando haya lugar para denuncias de la ciudadanía, de medios de comunicación, o inclusive investigaciones de los órganos de control frente a una persona, vamos a mirar con detalle, sin precipitarnos para tomar la decisión más adecuada. El objetivo no puede ser, ni debe simplemente decir: “este señor tiene o no tiene votos”, sino este señor, desde el punto de vista político, representar el partido sí o no.
Yo me di la ‘pela’ hace dos años con algo así como 309 candidatos, el Consejo Electoral me medio la razón en una cifra cercana a 179 que sacó de las listas. En otros casos dijo que no. Ahora esperamos que no quede ninguno ‘indeseable’ en las listas de Cambio Radical, a eso le apostamos. Tenemos que aprender la lección de lo que ha pasado. Yo he asumido un costo fuerte como director del partido, bastante fuerte, me han atacado en el caso de la Guajira cuando yo fui el primero que levante la voz y dije que le quitaran el aval, pedí sacarlo y después expulsarlo.
C.C.: ¿Cómo manejar esa desconfianza que generó ese caso específico del exgobernador de la Guajira, ‘Kiko’ Gómez?
C.F.G.: Ahora estamos en el ojo del huracán. De la misma manera, hay otros partidos que tienen cosas similares, pero como no ha habido discusión interna han pasado de agache un poco en la discusión sobre personas con vínculos con paramilitares, condenados, llamados a juicio, inclusive en investigaciones más avanzadas que esta. Me parece también injusto que el énfasis sea en Cambio Radical. ¿Por qué? Porque hay personas como yo que hemos dado una discusión interna de decir que hay que sacar a los ‘indeseables’, hay que depurarlo, hay que darles palo a estos tipos, no podemos permitir que se estén metiendo en la política personas vinculadas los grupos ilegales y eso a visibilizado más la discusión de Cambio Radical en la opinión publica.
Los otros partidos pasan de agache. Si se pone a pensar, la semana pasada llamaron a juicio a un elector muy importante de otro partido, elegido en el 2010. Qué tanto han hecho los medios sobre el tema. Nada. Porque no tienen una discusión interna, acción que aquí si la va haber, Me parece responsable que la haya, los partidos deben ser autocríticos, no solamente ver la paja en el ojo ajeno sino la viga en el propio. Creo que los partidos tienen que revisar sus listas cada uno, no dedicarse a una contienda electoral, atacar al otro y aprovechar los errores de sus contrincantes, sino mirar sus propios problemas y eso es lo que hay que hacer en Cambio Radical, por eso acepte esto, porque me aseguraron en el partido la disposición para hacer esa revisión, esa depuración. Por eso, al montar lista del Congreso, vamos a demostrar si aprendimos la lección de ese caso.
C.C.: ¿Qué papel va a entrar a jugar el Uribe Centro Democrático en la contienda electoral del otro año?
C.F.G.: Percibo que esa es una nueva fuerza de derecha que va a tener presencia en el Congreso, que va a copar un espacio dentro de su ideología. Me parece sano para la democracia que tenga representación quienes piensan como el presidente Uribe. He sido crítico de elementos de esa expresión política, que dependan de una persona de esa forma y crear un movimiento caudillista, así no se genera algo que perdure en el tiempo, que se garantice sobre la base de principio e ideas. Por lo que he visto, inclusive la lealtad allá no es con el país, con unas ideas, unas posiciones, es con una persona y la política no debe ser así. No sé qué tanto éxito tengan. Creo que van a tener más éxito de lo que algunos críticos de ellos dicen, pero menos de lo que ellos esperan. Decir una cifra es especular, veo presencia de ellos en todos los departamentos. Pueden lograr un espacio significativo en el Senado, no tanto en la Cámara, si veo más difícil el tema de la Cámara. Bienvenidos al debate electoral, allá nos enfrentaremos.
C.C.: ¿Qué papel puede jugar en la carrera al Congreso la nueva alianza entre los progresistas y los verdes?
C.F.G.: Los ciudadanos están buscando transparencia, pero también coherencia. Yo fui candidato a la Alcaldía de Bogotá, estuve en 80 debates sentado donde vi enfrentamientos entre Petro y Peñalosa y francamente nunca los vi coincidir en nada. Tuve coincidencias con ellos, además con Luna y Gina, pero si había dos candidatos más distantes eran ellos dos. Yo no le veo la lógica a eso y creo que la ciudadanía así como espera transparencia, también quiere coherencia política y no simplemente sentarnos haber cómo nos unimos, así tangamos grandes diferencias, simplemente en aras de lograr un umbral, eso lo puede castigarlo la gente.
C.C.: ¿Cómo trasladar el buen trabajo que desempeño en el Concejo de Bogotá al Senado de la República?
C.F.G.: Ahí hay dos espacios: uno es dentro del partido. Es fundamental que el partido se organice, que la gente sienta y perciba que hay una bancada coherente, que trabaja en eso. Por eso hice un foro en Barranquilla, la semana entrante vamos hacer uno en Pasto, donde nos sentamos con las bases del partido a definir una plataforma programática que los candidatos, si llegan al Congreso, tienen que acompañar y tienen que comprometerse a apoyar. Ese es un primer paso y aspiro a por lo menos dejar unas bases de una bancada organizada.
El segundo tema es mi actuación como parlamentario. En el Consejo de Bogotá aprendí mucho del ejercicio del control político, de cuál es el rol verdadero. Ahora, tengo unos temas en los que quiero hacer énfasis en el Congreso, siendo coherente con lo que yo he hecho hasta ahora, y son dos ejes fundamentales: uno tienen que ser los temas urbanos, que son relevantes para los centro urbanos del país, ocupación del territorio, el medio ambiente, con movilidad, eso para mi es fundamental y la vivienda urbana, eso me parece clave y quiero trabajar en eso desde el Congreso, apoyar los proyectos que vayan en el sentido de organizar el desarrollo de los centro urbanos en el país. El segundo eje en el que quiero trabajar es sobre los vacíos en la lucha contra la corrupción. Por ejemplo, la financiación de campañas políticas, creo que eso hay que replantearlo, llevaré una propuesta al Congreso como senador, si soy elegido, para cambiar la forma como se financian las campañas, para garantizar mayor transparencia, para romper el vínculo que existen entre contratistas y Estado, el que existe entre gente interesada en un proyecto particular o con un interés claro personal de financiar una campaña para obtener réditos después con la persona que sea elegida. Hay que romper eso, tenemos que buscar la mejor herramienta para poder financiar campañas políticas de manera transparente y sin violar topes. No podemos permitir que las campañas al Senado cuesten miles de millones de pesos. En ese sentido hay otras normas de lucha contra la corrupción y transparencia como protección de denunciantes, simplificación de normas de contratación para que sean más claras, más transparentes. Me parece que es en lo que he trabajado, es lo que conozco y es algo que necesita el país.
C.C.: ¿Qué gana el partido con el nombramiento de Rodrigo Lara como cabeza de lista para la Cámara?
C.F.G.: Rodrigo Lara es una persona que ha demostrado su compromiso, su transparencia. Ha dado batallas bien complejas en la política, es una forma de poner a la cabeza del equipo de Bogotá alguien que representa esa manera distinta o moderna de hacer política y sobretodo vamos a ser un equipo coherente. La meta que nos pusimos con Rodrigo Lara es que él va a encabezar una lista donde todos los demás se van a comprometer con un programa que él va a liderar y que vamos a plantear propuestas desde el Congreso de la República para ver qué se puede hacer por Bogotá como representantes a la Cámara por la ciudad. La ciudad se ha sentido huérfana frente a la labor que cumple el Congreso. Siempre se busca qué está haciendo el Concejo, pero nadie mira que en el Congreso tenemos 18 representantes a la Cámara por Bogotá. Por eso queremos, con el equipo que lidera Rodrigo, trabajar a partir de su experiencia, de la trayectoria que tiene, que lidere ese equipo desde el Congreso de compromiso con la ciudad.
C.C.: ¿Cómo cree que se está desarrollando hasta ahora del proceso de paz?
C.F.G.: Lento, digamos que los colombianos teníamos la esperanza que fuera más rápido. Las condiciones que había planteado el presidente Santos, tanto en lo que tiene que ver con las reglas de juego digamos como los temas de la negociación, podría salir más rápido con resultados, pero veo con preocupación una actitud de las Farc por dilatar, por demorar, por quedarse hablando indefinidamente, por hablar de cosas que no están en la agenda y creo que no se están dando cuenta que están perdiendo una oportunidad única, no la han perdido pero pueden perderla.
C.C.: ¿Cómo afecta a la mesa de diálogos los fuertes comunicados que ‘Timochenko’ y los miembros del grupo negociador de las Farc viene emitiendo?
C.F.G.: Poco le aporta, además salen a decir: “nosotros no estamos en contra de que se acelere el proceso, acéptenos las 99 propuestas y ya aceleramos”. Así no puede ser un proceso. Ellos tienen que entender que hay unos puntos que están en negociación, otros no. Ya el gobierno dijo que no hacían constituyente, no le apostamos a una constituyente a partir del proceso de paz, eso tiene que salir de la discusión, es claro, hay unas reglas que se plantearon. Veo grandes dificultades en el proceso y me parece sano que no se paren de la mesa, que no se dediquen más a ciclos cortos, sino a trabajar de fondo a ver si eso tiene futuro o no. El país necesita saber eso, inclusive metido en un proceso electoral. Si esto es serio o no en lo que tiene que ver en la voluntad de la guerrilla y los que pensábamos que sí era en serio desde un principio, ya cada vez menos pensamos que la guerrilla este buscando la paz.
En el caso que el trabajo que se viene haciendo en La Habana continúe hasta las fechas en donde se van a desarrollar las elecciones ¿qué deberían hacer en la mesa, parar, seguir, retirarse?
Me parece que parar, suspender, es enviar un mensaje muy negativo. Es como cuando la novia le dice al novio “tomémonos un tiempo”, eso es porque esa vaina ya se ‘jodió’. Entonces yo creo que si realmente hay una voluntad de paz, dedíquense a conseguir y a firmar la paz. No se dejen desviar por otras cosas, claro que es complejo, pero con mayor razón tienen que acelerar las cosas, para que la gente sienta, no digo necesariamente que ya se resuelva el conflicto armado de acá a las elecciones, pero que la gente sienta que esto si es en serio, que la guerrilla está dispuesta a firmar la paz en serio, a poner la cara a las victimas, a pedir perdón, a contar la verdad sobre sus crímenes, pero con mensajes ambiguos es muy difícil que el proceso tenga éxito y que pueda seguir.
C.C.: ¿Le están dando la razón a la gente, más exactamente al uribismo, que están totalmente en desacuerdo con los diálogos?
C.F.G.: A veces siento que las Farc son los mejores jefes de campaña de Uribe. Uno no entiende cómo no se dan cuenta de esta oportunidad, del respaldo que tiene el proceso de muchos colombianos, pero se dedican a dilatar, a no aceptar las cosas, a no reconocer sus delitos. Ellos creen que aquí el país va hacer borrón y cuenta nueva sin que ellos acepten lo que hicieron. Es imposible. Eso no puede pasar. Hay unas normas internacional, unos estándares que existen que el estado Colombiano no puede desconocer. Entiendo que eso es una fórmula entre Verdad, Justicia y Reparación, no se puede pensar en términos de justicia y decir “sino pagan tanto de cárcel entonces eso significa que es inviable el proceso y que puede entrar a la corte penal”. No. hay que tener en cuenta el tema de verdad, porque si nos cuentan toda la verdad sobre lo que ha pasado, eso contribuye a que el país se trague el sapo de menos cárcel. Por ejemplo, hay que ver la ecuación completa, pero uno los ve como desconectados de las dinámicas de la sociedad y las políticas que tienen que ser tenidas en cuenta a la hora de concretar un proceso de paz como esos, y eso me parece muy grave. Yo respaldo plenamente el esfuerzo del Gobierno y creo que el presidente se la jugó, puso su capital político y es un costo inmenso, pero tampoco podemos permitir que las Farc dilaten eso indefinidamente y se aprovechen del Gobierno, no se puede permitir.