Las otras cuatro mujeres del expresidente Clinton. Hillary es conocedora de estas infidelidades
En EEUU se ha vuelto a desatar la polémica con las supuestas infidelidades de Bill Clinton. Mónica Lewinsky es el nombre que se conoce pero por lo que cuenta el autor Daniel Harpern en su libro Clinton INC: The Audacious Rebuilding of a Political Machine no ha sido ni mucho menos la única, cosa que se había dicho en muchos medios, pero nunca con tanta precisión. Hay cuatro mujeres de las que en este libro se habla con claridad.
Barbara Streisand: es actriz, cantante, compositora y directora de cine. Se dedicó además de su carrera a la recaudación de fondos para múltiples causas sociales apoyada por el expresidente Bill Clinton. Esto ayudó muchísimo de cara a la campaña política para ser elegido en su cargo. En el libro se asegura que la química surgió entre ellos en estas colaboraciones.
Elisabeth Hurley: es una conocidísima actriz británica. En varias ocasiones ha habido rumores de su affair, pero nunca ha podido probarse nada y ella lo negó en Twitter afirmando que eran historias ridículas y que lo pondría en manos de sus abogados. Fue un exnovio suyo el primero en dar a conocer todo esto, Daniel Halpern, que es quien ha seguido tirando del hilo.
Lencola Sullivan: es modelo, llegó a ser Miss Arkansas y se dice que es otra conquista del expresidente. Ella no ha querido hacer declaraciones al respecto ni hablar con el autor del libro sobre ello.
Monica Lewinsky: en el escrito se habla largo y tendido sobre esta historia que ya todo el mundo conoce. Ella misma habló para una popular revista el pasado marzo y contó cosas que eran desconocidas, pero también desmintió muchas otras que se habían dado por ciertas. Lo real es que mantuvo una relación con Bill Clinton a espaldas de su exmujer cuando trabajaba para él como becaria y que la historia trascendió e incluso fue motivo de chantaje en política internacional. Un detalle que revela el libro es que Hillary Clinton estaba más molesta porque la historia había trascendido que porque había ocurrido, pues ella ya conocía los escarceos de su marido.