El presidente Juan Manuel Santos trazó los límites que debe tener el proceso de paz en su recta final. El mandatario señaló que se han violado las reglas y los protocolos. Por su parte las FARC piden superar impase.
Tras el revuelo que causó la presencia de dos miembros de la delegación de las FARC en un acto público en el municipio de Conejo, Guajira, el Jefe de Estado, una vez más reiteró que lo que sucedió el día de ayer es, “inaceptable y va en contravía de lo que buscamos con el proceso de paz: romper definitivamente el vínculo entre armas y política”.
Santos aclaró que había autorizado a los voceros para hacer pedagogía en los frentes. Sin embargo, éstos violaron las reglas acordadas, es decir, de “no entrar a los cascos urbanos, no tener contacto con la población civil y no hacer manifestaciones políticas”.
En ese sentido, el Gobierno ordenó suspender las visitas de los delegados de las FARC a sus campamentos para hacer pedagogía y a los que están en Colombia regresar a La Habana.
Con este panorama, el Mandatario señaló que no va a permitir que se haga política con armas, y reiteró que “en este momento tan importante, son los primeros (las FARC) que deberían dar muestras de sensatez y prudencia”.
Asimismo dijo que no habrá despeje. Que para el mecanismo de refrendación de los acuerdos, la Constituyente no será una opción y, que el tiempo para terminar las negociaciones se está agotando, pues están a menos de cinco semanas.
También recordó que, para la elección de los magistrados del Tribunal Especial, no se aceptará sugerencias del grupo guerrillero y éstos deberán ser designados por terceros que gocen de toda legitimidad nacional e internacional.
Finalmente, el Presidente dio un parte de tranquilidad a los habitantes de La Guajira: “No habrá guerrilleros paseándose armados por las calles de ningún municipio. Lo que sucedió ayer no se volverá a repetir. Bajo ningún motivo y bajo ninguna circunstancia”, puntualizó.
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FARC piden superar impase
Por medio de una misiva, las FARC han señalado que dicha presencia de los voceros de este grupo insurgente es una “injustificada polémica” y aclaran que ellos, (Iván Márquez y Joaquín Gómez), llegaron desde “La Habana con un mensaje de paz y reconciliación a uno de los departamentos más castigados por el olvido y la corrupción”.
Asimismo, puntualizaron que con el pretexto del “proselitismo armado (…) pretenden imponer el aislamiento de la delegación y la prohibición de interactuar con los distintos sectores de la sociedad interesados en conocer los desarrollos del proceso”. Al final del comunicado las FARC le hacen una invitación al Gobierno Nacional para seguir “trabajando y superar este impase”.