Svetlana Alexiévich, ganadora del premio Nobel de literatura 2015, habló por primera vez en la Feria Internacional del Libro FILBo. Aquí algunas de sus reflexiones sobre la tarea del periodismo en la reconciliación, la voz de las víctimas y la importancia de la lectura. Este jueves 21 de abril, estará en el auditorio José Asunción Silva a las 6:30 de la tarde hablando con Laura Restrepo en la conferencia “La guerra no tiene rostro de mujer”.
-Haciendo referencia a Dostoievski: “Es una tarea obligatoria dejar que todos hablen, dejar que todos griten su verdad” y en relación al mismo tema: “a victimarios y verdugos también hay que escucharlos”.
– Al momento de hablar sobre las Gullah estalinistas mencionó que ella descubrió que “El fanatismo puede llevar a las personas a límites insospechados”.
– Sobre la importancia de la lectura “Nuestra vida es trivial y los medios de comunicación lo reflejan, pero la lectura es la forma de pensar en el enigma de la vida”.
– Sobre el periodismo: “La literatura ya no alcanza a tomar registros de todo lo que pasa en la vida real, por eso, el periodismo es un nuevo género literario”.
– Sobre el proceso de paz en Colombia: “Ni siquiera la persona más grande del mundo es capaz de hacer una labor titánica como el restablecimiento de la paz. Por eso es que cada uno de ustedes, cada uno de los miembros de la sociedad tiene que hacer su aporte a esta gran causa, cada uno tiene que ser y vivir consciente de lo importante que es la paz, que con el odio no se logra absolutamente nada, que lo único que se puede lograr es un baño de sangre. Este gran objetivo que es la paz en este país sólo se logra con el amor”.
– “La voz de las mujeres es importante porque los hombres son rehenes de la cultura de la guerra”.
– “La guerra y la mujer son incompatibles”.
– Svetlana cuenta una anécdota graciosa sobre una entrevista que hizo a una mujer en la que ella le pregunta: ¿tiene miedo de morir? A lo que la mujer respondió: “¿Tú crees que uno piensa en morir heroicamente o tiene miedo de morir? Sí, realmente sentíamos este miedo, pero lo que más me daba miedo no era morir al amanecer cuando se despierta la naturaleza, cuando cantan los pájaros, sino morir con estos espantosos calzones masculinos que me tocó usar durante los cuatro años, todas las mujeres que estábamos en el batallón teníamos este miedo, de morir con estos interiores masculinos que nos obligaban a usar porque no habían interiores masculinos…Estoy dispuesta a morir por mi país, pero no con los calzones que tenía puestos”.
– Sobre los riesgos que corren los periodistas en el ejercicio de su trabajo: “Sé que es muy difícil pero uno tiene que continuar escribiendo. Decir la verdad es una necesidad”.
– Sobre rendir cuentas a las autoridades de país por su trabajo: “Uno tiene que estar preparado para enfrentar la autoridad. No es preocupante tener un problema con las autoridades, uno tiene que continuar su camino y hacer lo que cree que es correcto”.