Esta semana, al conocerse algunos análisis sobre la carestía de los fertilizantes, el ministro de agricultura, Francisco Estupiñán, los calificó como “exageraciones”. El siguiente cuadro permite ilustrarlo a él y a la opinión sobre la verdadera situación de este insumo básico para la agricultura, a partir de la cotización internacional y del precio mayorista, según boletines oficiales, y con una tasa de cambio a $1.830 en promedio, todo con datos a abril de 2013.
Con la misma fecha, se estudiaron los precios minoristas, con base en los valores mostrados para varios municipios por el DANE. Se estableció para efectos comparativos, en cada uno de los tres principales fertilizantes, un rango entre el municipio donde estaba más bajo y en el cual estaba más alto.
Del cuadro se deduce que, para la urea, el precio mayorista estaba 36% por encima del precio internacional y, mientras el precio minorista era 12% más caro en Santa Rosa de Cabal, en Codazzi tenía 50% de recargo sobre la transacción al por mayor, lo que implica, al final de la cadena, más del doble del valor a escala internacional, algo insólito.
En cuanto al DAP (Fosfato Diamónico), el alza del precio al por mayor, con relación al internacional, es del 21%. No obstante, si bien en Aguachica estaba el 13,5% más elevado que el mayorista, en Fómeque llegaba hasta el 50%, y, por ende, más del 80% del internacional. ¿Queja “exagerada”?
Finalmente, con respecto al Cloruro de Potasio (KCl), al mayoreo su importe es 33% más alto que el internacional. En Buga, donde se cotizó al detal más bajo que en el resto de Colombia, tenía un recargo del 16% frente al valor por volumen y, en Villanueva, con el mayor sobrecosto, del 32%. Un 95% por encima del precio de importación. ¡Imposible!
Esta explicación podrá servirle al ministro Estupiñán para ordenar sus ideas y “untarse” de la realidad; desechar las descalificaciones y acometer las soluciones pertinentes.