En elecciones, siempre puede pasar de todo, y cuando digo de todo, es que realmente lo impensable se puede hacer realidad. En la recta final de las elecciones de Estados Unidos apareció el huracán Sandy y se convirtió en tema electoral.
Hemos visto asesinatos de candidatos que se perfilaban como favoritos, equivocaciones de último momento, errores de estrategia, etcétera, pero con lo que ninguna campaña se quiere enfrentar, es con un desastre natural y menos en medio de unas elecciones.
Dicho fenómeno se llama Sandy, que con su inocente nombre despista a muchos pero, que a una semana de las elecciones, resulta clave en Estados Unidos.
Las crisis miden el aceite de un gobierno, muestran que tan preparado estas para afrontarla, que capacidad de liderazgo tienes, con que talante manejas el tema, pero sobretodo, como no le sacas provecho a una tragedia humana. Y en medio de una campaña, los estrategas deben estar de los nervios, pues saben que cualquier paso en falso, puede ser definitivo.
La campaña de 2008 se ganó de esta forma, cuando el 15 de Septiembre Lehman Brothers anunció su quiebra y dio inició oficial a la crisis financiera que aún hoy padecemos, ese día se suspendieron las campañas, los candidatos fueron llamados a Washington y la que era una reñida campaña entre Mcain y Obama, se definió a favor de este último; debido a un fenómeno conocido como “the mommy problem”, que muestra una tendencia a votar por un demócrata cuando los problemas son económicos y por un republicano cuando estos tienen que ver con la seguridad del país. Este día fue el más provechoso para Obama y fue el día en que no hizo campaña, ni discursos, ni anuncios, simplemente una foto con el presidente. Fue una crisis de origen diferente, de origen económico pero una crisis al fin y al cabo.
La actual, llega en peor momento, pues estamos a una semana, con varios Estados en disputa y luego de que Obama diera revés a su desastroso primer debate y cuando parecía tener encarrilado su proyecto.
Se vienen las fotos con las víctimas de un lado, tratando de mostrar quién está al mando y del otro bando se vienen acusaciones por politizar la tragedia, es inevitable. A pocos días cualquier resbalón puede significar la pérdida de un estado y con ello la elección.
Se espera una elección reñida, Obama se afianza, pero incluso puede ganar el colegio electoral y perder el voto nacional (en la encuesta nacional de Gallup la cosa está así: Romney 50%, Obama 47%), lo que sería un duro mensaje para su presidencia, Ohio, Florida, Pensilvania y Virginia, tienen la palabra.
Aquí algunas encuestas:
Virginia: Obama 48%, Romney 47% (Newsmax/Zogby)
Ohio: Obama 50%, Romney 46% (Newsmax/Zogby)
Florida: Romney 48%, Obama 47% (Newsmax/Zogby)
Danny Ramírez
PROFESOR UNIVERSITARIO Y ANALISTA POLÍTICO
OPINIÓN PÚBLICA Y MARKETING POLÍTICO