El difunto y controvertido primer ministro Israelí creó su propio partido centrista, Kadima, construyó la enorme valla que separa a Palestina e Israel, y lideró la evacuación de la Franja de Gaza en el 2005. Todas, laureadas y polémicas hazañas que le propiciaron el acoso de la comunidad internacional.
Son tres los movimientos críticos que otorgaron al primer ministro de Israel, Ariel Sharon, el título de ser un hombre brillante, intrépido y más que todo, de suma controversia. El dirigente murió este sábado a sus 85 años, luego de pasar ocho años en un coma vegetativo y las últimas semanas en estado de gravedad.
Sharon fue uno de los líderes más influyentes de los últimos dos siglos y su presencia en el plano político del Medio Oriente definió el curso social y humanitario del conflicto milenario de judíos y palestinos. Su turbulenta carrera política durante su gobierno y dirigencia ministerial, instaló lo que son los tres cambios drásticos de Israel y Palestina.
El incisivo partido Kadima
Ariel Sharon conformó su propio movimiento central y liberal en el 2005, partido que gobernó durante varios años. La concepción de este organismo ayudó a Sharon a ejecutar el plan para desalojar la franja de gaza y reforzó los estandartes judíos dentro de los principales ministerios de Israel.
Ese mismo año, el entonces presidente de Estados Unidos George. W. Bush, acompañó el plan de dibujar un mapa para la paz sobre la Franja de Gaza, en función de apoyar al Kadima y a Ariel Sharon para iniciar el proceso de desalojamiento.
Paralelamente, Naciones Unidas calificó a la iniciativa de Sharon como una “decisión valiente” por tener que cagar con la dolorosa transición del desalojo. Por su parte, muchos de los palestinos que fueron desalojados aceptaron el plan enviado desde Israel, sin embargo, los palestinos árabes rechazaron el acuerdo del Kadima, abogando a un proceso que el propio periódico Hareets confirmó, y era que difícilmente se iba a poder edificar un Estado Palestino en los años venideros.
El muro de la Operación escudo de Defensa
La operación es quizás una de las decisiones más polémicas que Ariel Sharon personificó. Esta consistía en suprimir el terrorismo palestino para recuperar la normalidad en los dos frentes de la Línea Verde, por medio de la opresión militar.
La ofensiva arrinconó a los palestinos en una serie de enclaves a lo largo del territorio, por medio de una línea de vallas y la construcción de 700 kilómetros de un muro de acero y concreto a través del banco oeste.
El imponente muro sufrió drásticas transformaciones con el paso de los años y se convirtió en grupos de fortificaciones cercadas que bordan el paso de Egipto, la “Fortaleza Judía” y separa a los palestinos.
Sin embargo, según enuncia el diario internacional Al Jazeera, en los meses antes de Sharon entrara en coma vegetativo en el 2006, muchos analistas estaban listos para revisar en completo el caso del dirigente durante los años del proceso de desalojo y la operación de defensa.
“Hoy aún lo señalan como el halcón militar que terminó sus días de un hombre de paz”, enuncia el diario en referencia al conflicto consecuente al desaojo de la franja de gaza y el levantamiento de la cerca.
El desalojo de la Franja de Gaza
Nadie se había atrevido a tocar las políticas de asentamiento de la Franja de Gaza, hasta que Sharon ordenó su desalojamiento y la salida israelí en el 2005, tras 38 años de ocupación. La decisión fue laureada por varios líderes internacionales, sin embargo su éxito estaba acompañado de la polémica intervención militar al Líbano en 1982 para tratar de expulsar al histórico mandatario palestino, Yasser Arafat, cuando era Ministro de Defensa.
Una investigación oficial lo declaró culpable de no haber impedido las masacres registradas en los campos de refugiados de Sabra y Chatila en septiembre de ese mismo año. Luego, en el 2001, se convirtió en primer ministro y en el 2003 fue reelegido.
Cuando estalló la segunda infantada en el 2005, ordenó el desalojamiento y la retirada de israelí de la Franja de Gaza y el desmantelamiento de los asentamientos instalados en la región. Demoliciones masivas y forcejeos entre las autoridades y la población, provocaron varios pronunciamientos de la comunidad internacional, sin embargo el mundo, en su mayoría, concordó en que la decisión fue la correcta.