Organismos y Gobiernos latinoamericanos rechazaron que países europeos impidieran el sobrevuelo y aterrizaje del avión del presidente de Bolivia, Evo Morales, ante la sospecha de que a bordo estuviera Edward Snowden, lo que se consideró una “agresión” al continente y derivó en críticas a EE.UU.
Gobiernos encabezados por Argentina, Ecuador y Venezuela, alzaron la voz ante un asunto por el cual el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, señaló que “los países involucrados deben dar una explicación”.
Unasur, cuya presidencia pro témpore está en manos de Perú, expresó desde Lima su “indignación y profundo rechazo” a lo sucedido que implicó principalmente a Francia, Italia y Portugal.
Alí Rodríguez Araque, secretario general de la Unasur, afirmó que el incidente sufrido por el presidente boliviano no ayuda a las relaciones con Europa y hace plantearse preguntas sobre las cumbres.
“La Unión Europea ha buscado acercamientos con Unasur y han recibido una respuesta positiva por el lado nuestro, pero con estos incidentes, este irrespeto, esta grotesca actitud que han asumido no creo que abonen positivamente a establecer ese tipo de relación”.
Varios países de la Unasur han pedido que se convoque a una reunión extraordinaria para examinar el caso, mientras que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba), el bloque de signo izquierdista que lidera Venezuela, ya dijo que sus cancilleres analizarán medidas en respuesta al incidente.
Mientras los organismos y Gobiernos rechazaban un asunto que puso “en serio riesgo la seguridad del jefe de Estado” y la de su comitiva, manifestantes, varios de ellos indígenas, protestaron frente a las sedes diplomáticas de EE.UU, España y Francia en La Paz, y algunos quemaron banderas de la Unión Europea (UE) y apedrearon la legación francesa.
El avión oficial de Evo Morales abandonó el aeropuerto de Viena tras permanecer más de 13 horas retenido por la sospecha de que a bordo estuviera Snowden, un extécnico de la CIA buscado por Estados Unidos bajo la acusación de revelar datos de inteligencia, lo que el líder boliviano calificó como “una agresión a América Latina”.
La comitiva del presidente boliviano, de la que forma parte el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, salieron de la capital austríaca rumbo al archipiélago español de las islas Canarias, de donde salió hacia La Paz, aunque antes hará otra escala técnica en Fortaleza (Brasil), afirmó el Gobierno boliviano.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, estrecha aliada del gobierno de Bolivia, denunció la “impunidad” de los países europeos que revocaron el permiso de vuelo al avión del líder boliviano.
Además escribió en su cuenta de Twitter “definitivamente están todos locos. Jefe de Estado y su avión tiene inmunidad total. No puede ser este grado de impunidad”, luego que su homónimo ecuatoriano, Rafael Correa, le informara que Morales se encontraba en el aeropuerto de Viena.
El Gobierno de Correa también expresó su “profundo rechazo” a la actitud de los países europeos y afirmó que la situación “provocó un incidente que podría haber tenido muy serias consecuencias para la vida de Morales y los miembros de su delegación”.
Nicolás Maduro, por medio de su cuenta de Twitter, comentó que sigue muy de cerca la situación del presidente de Bolivia: “estoy en contacto con Evo, se han violado todas las inmunidades internacionales que protegen a los jefes de Estado por la obsesión Imperial”.
El mandatario, que se encuentra en una visita oficial en Bielorrusia, continuó manifestando su total solidaridad por todo lo ocurrido. “Ratifico toda la solidaridad con Evo y desde Venezuela con dignidad responderemos esta agresión peligrosa, desproporcionada e inaceptable”.
Las declaraciones de Maduro vienen luego de que el martes por la noche Bolivia denunciara que países europeos cerraron sus espacios aéreos al avión en el que viajaba Morales ante la sospecha de que a bordo iba el extécnico de la CIA Edward Snowden, solicitado por EE.UU.
Otra voz del gobierno venezolano que se manifestó en contra del incidente fue el ministro de Exteriores, Elías Jaua, quien invitó a los gobiernos latinoamericanos a “reclamar ante los gobiernos europeos y ante el gobierno norteamericano, que es quien está detrás de esta agresión grosera, brutal, impropia de poner en riesgo la vida de un presidente de un estado soberano”.