La Corte Constitucional deberá adoptar un fallo definitivo sobre si se permite o no en Colombia el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Los magistrados ya tienen clara su decisión. Extraoficialmente trascendió que la votación podría estar 6 votos a favor y 3 en contra. Esta sería otra batalla ganada por la comunidad LGBTI a favor de la igualdad de derechos.
Son varios y diversos los logros jurídicos para la comunidad homosexual en Colombia en los últimos años. En noviembre pasado la Corte Constitucional falló a favor de la adopción por parte de parejas del mismo sexo, siempre y cuando uno de los dos sea el padre biológico.
Pero también habían logrado ya en el pasado avances significativos hacia la igualdad de derechos como el cambio de nombre a otro sexo en 1993, la posibilidad de afiliarse al sistema de salud según fallo de la Corte en 2007, el reconocimiento de la unión marital de hecho y el derecho a la pensión de las parejas de gays y lesbianas en 2008.
Y es que no ha sido un camino fácil para los defensores de los derechos de la comunidad LGBT. Antes de 1980 en Colombia era penalizada la condición de homosexualidad. Y solo hasta el año 2000 la Corte Constitucional declara que la diversidad sexual y su expresión pública están amparadas por la ley.
Uno de los logros mas importantes para lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas fue la decisión del alto tribunal de justicia en 2011 que la unión de parejas del mismo sexo constituye una familia. Pero la posibilidad de poder acceder al matrimonio en igualdad de condiciones que parejas heterosexuales es, sin duda, una de las batallas jurídicas mas importantes para la comunidad LGBT.
La discusión al interior de la Corte Constitucional ha sido intensa y llena de argumentos jurídicos complejos en pro y en contra de los magistrados encargados de tomar la decisión. Hasta el momento las cargas se inclinan por el si a favor del matrimonio igualitario. La votación podría estar en un rango de 6 a favor y 3 en contra.
La ponencia negativa elaborada por el magistrado Jorge Pretelt, que busca resolver varias tutelas interpuestas por parejas homosexuales que quieren tener el derecho a casarse por vía civil, no tiene el respaldo de la mayoría de los magistrados del tribunal.
En Colombia, por decisión de la propia Corte Constitucional en 2011, se permiten las llamadas uniones solemnes. El Congreso tenía dos años para reglamentar esa modalidad. Pero como no lo hizo, y ante los reclamos legales de homosexuales a los que se les niega en las notarias la formalización del vínculo legal, la Corte entró a decidir de fondo las tutelas y resolver el asunto.
Como en otras decisiones similares de la Corte, algunos sectores conservadores del Congreso, la Iglesia católica y asociaciones civiles que están en contra del reconocimiento de derechos a la comunidad LGBT han protestado por la posibilidad y reglamentación del matrimonio igualitario.