Humberto de la Calle reconoció que la llegada de este primer grupo de víctimas a La Habana se convierte en un esfuerzo por unir a Colombia en torno al mayor flagelo de la guerra.
Nuevamente el jefe de la delegación de paz del Gobierno de Juan Manuel Santos reiteró que las dos delegaciones que trabajan en Cuba no tuvieron injerencia en la selección de los grupos que arribarán a la mesa: “La selección de las victimas ha sido hecha por organizadores independientes a la Mesa. Ni el Gobierno, ni las Farc, han escogido víctimas. Han sido escogidas por la ONU en Colombia y por el Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional, atendiendo rigurosamente a criterios escogidos y acordados para garantizar el equilibrio, el pluralismo”.
De la misma manera enfatizó el “profundo significado de reconocimiento y búsqueda de la reconciliación” de lo que se viene en este proceso de paz y que no quede solo en una discusión estadística. “La delegación que hoy llega no agota el escenario de las personas que van a participar en estas reuniones. Con esto quiero transmitir que esta discusión no es numérica, no se trata de saber cuántos vienen en función de los hechos victimizantes, o de los actores de las graves violaciones de derechos humanos, lo relevante es que la totalidad de los temas que envuelven a las víctimas, sin distinción, en forma equilibrada, van a hacer presencia en La Habana”.
Para terminar destacó que este ejercicio de reconciliación y verdad es único, en cuanto a resolución política y dialogada de conflictos en el mundo: “Tenemos la convicción de que este acontecimiento que comienza hoy es inédito. En ningún conflicto del mundo ha ocurrido lo que está ocurriendo y va ocurrir estos días en La Habana. No se trata de dividir a las víctimas, al contrario, de unir al país alrededor de ellas. Por lo tanto yo quisiera pedir serenidad, templanza, y examinar este hecho en su profundo significado de reconocimiento”
Esta reciente intervención de De la Calle fue transmitida en el marco del Foro: Política de drogas, tras 25 años de la muerte de Luis Carlos Galán ¿Qué tanto hemos avanzado?