Con septiembre llega la segunda temporada de lluvias del año, según el IDEAM las lluvias estarán acompañadas por tormentas eléctricas, vendavales y vientos locales, particularmente en las zonas Andina y Pacífica. La temporada invernal irá hasta diciembre en todo el país, sin embargo, se incrementará en octubre y noviembre, lo que aumenta la amenaza de deslizamientos y crecientes súbitas.
El director general de la dirección de gestión de riesgo, Carlos Iván Márquez advierte que “no es sencillo manifestar qué lugar del país es más o menos vulnerable, porque sencillamente las lluvias pueden generar inundaciones, deslizamientos de tierra, crecientes súbitas, pero en otras regiones, donde las lluvias no sean tan fuertes, se pueden presentar incendios forestales o desabastecimiento de agua, entre otras circunstancias”.
Aseguró que para evitar que ocurra lo sucedido en las temporadas invernales de los años 2010 y 2011 “desde la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres se ha creado un protocolo para hacerle frente a la segunda temporada de lluvias de 2013; además de un plan, en el que se hacen las recomendaciones del caso, estos dos planes se pueden observar en www.gestiondelriesgo.gov.co”.
Márquez recalcó que el Gobierno ha ido ejecutando proyectos preventivos desde el 2010, como la rehabilitación y/o reconstrucción de la red vial nacional afectada por la temporada de lluvias, los proyectos de mitigación/recuperación, la selección, contratación y reparación de aulas y baterías en los centros educativos afectados, la reconstrucción de viviendas en los departamentos del Huila, Sucre, Guaviare, Cundinamarca, Tolima y Norte de Santander, además de brindar una mayor atención al sector agropecuario.
En este momento, otras medidas que se están tomando son las “obras de mitigación con los departamentos y municipios y acciones de gran importancia como es la entrega de maquinaria amarilla y vehículos nuevos destinados a la atención de emergencias, puntos críticos y mantenimientos preventivos de la red vial”, dijo Márquez.
En cuanto a la capital y la Sabana de Bogotá los controles para evitar algún desastre los ha tomado la Gobernación de Cundinamarca, la CAR y la empresa privada. El objetivo es evitar las inundaciones que se han presentado en los últimos años, las cuales provocaron pérdidas de cultivos, ganado y el bloqueo para entrar o salir de la ciudad.
Sobre las zonas establecidas para poner los alojamientos temporales, Carlos Iván Márquez comentó: “es importante comprender que la dinámica y la eficiencia con la que se actúa frente a una situación registrada, evita este tipo de situaciones, si se observa en un ejemplo, tenemos al municipio de Piedecuesta en Santander, este año se presentaron inundaciones y las co munidades optaron por alojarse en viviendas de familiares y otras por los subsidios de arrendamiento, que es una figura en la que por tres meses se paga un arriendo a las familias afectadas”.
Aunque se cuenta con estas medidas de seguridad, el Gobierno ya tiene listo un presupuesto para mitigar los daños que pueda causar la segunda temporada de lluvias. Se tienen previstos más de $50.000 millones para ayuda alimentaria, ayuda no alimentaria, subsidio de arrendamiento y alojamiento temporal, banco de maquinaria, recuperación temprana y gastos operativos.