Decenas de millones de estadounidenses se lanzaron hoy a la búsqueda de gangas, rebajas y oportunidades en el llamado “Viernes Negro”, el día de mayor ventas al por menor en este país y que supone el inicio de la temporada de ventas navideñas.
Sin embargo, en esta ocasión las rebajas comenzaron ya el jueves por la noche, el mismo Día de Acción de Gracias, después de que las principales cadenas de tiendas decidieran adelantar aún más la apertura de sus centros a las 20.00 hora local.
Como es habitual, las grandes cadenas ofrecían algunos artículos muy rebajados como gancho (especialmente aparatos electrónicos), lo que generó colas de varios días y avalanchas en la apertura de las puertas, con incluso pequeños conatos de violencia entre compradores en distintos puntos del país.
Tradicionalmente, la jornada comercial comenzaba en la madrugada del viernes, pero el año pasado las principales cadenas lo adelantaron a la medianoche y, en esta ocasión, lo avanzaron aún más hasta la noche del jueves, lo que creó protestas de los trabajadores de la cadena Walmart y de ciudadanos, que lamentaban que Acción de Gracias, el día familiar por excelencia en EE.UU., haya sucumbido también al consumismo.
Sin embargo, grandes cadenas como Walmart, Sears, Toys R Us o Target hicieron oídos sordos y, a la hora de la verdad, tenían colas de hasta mil personas en algunos casos esperando a la apertura de las puertas.
Si bien todavía es muy pronto para dar cifras, las grandes cadenas han señalado su satisfacción por los resultados, ya que afirman que mucha gente prefirió ir a comprar después del pavo de Acción de Gracias a madrugar al día siguiente.
Walmart, que es la mayor cadena mundial de tiendas afirmó hoy en un comunicado que ha tenido “el mejor viernes negro” de su historia, y dijo que en la noche del jueves y la madrugada de hoy había vendido 1,3 millones de televisores, el mismo número de muñecas y 250.000 bicicletas.
Pero los consumidores se están desplazando progresivamente a las compras por internet, y emplean nuevas herramientas de búsqueda y comparación de precios para localizar las mejores ofertas, que luego las difunden por las redes sociales.
El “viernes negro” es el pistoletazo de salida de la campaña de ventas de Navidad, lo que supone el mes clave para los comercios estadounidenses, que despliegan campañas de publicidad y ofertas muy agresivas.
Se espera que las compras navideñas alcancen este año un total de 586.000 millones de dólares, un 4,1 % más que en 2011, según los cálculos de la Federación Nacional de Minoristas, que prevé un aumento del 12 % de las compras online y un menor número de visitas físicas a las tiendas.
Otra posibilidad es realizar la compra en las rebajas a través de internet y recoger luego el artículo en la tienda, una tendencia cada vez más creciente que abarca ya a la mitad de las ventas online de la cadena Sears, según señaló hoy esta empresa en un comunicado.
Muchas empresas están preparando sus armas para el próximo lunes, el llamado “ciberlunes”, que es cuando muchos estadounidenses vuelven al trabajo y se lanzan a buscar nuevas rebajas y ofertas desde el ordenador de su oficina.
Sin embargo, no faltan analistas que insisten en que todas estas rebajas del “viernes negro” y los días posteriores no logran un aumento real de las ventas, sino que simplemente hacen que los compradores adelanten la fecha en que harán las operaciones.
La firma de análisis de mercado Decide ha comprobado que una buena parte de las ofertas que se anuncian estos días por artículos electrónicos, electrodomésticos son similares, o incluso no tan buenas, que otras rebajas con motivo de festividades del resto del año.
Hay dos teorías acerca de por qué se llama “viernes negro” a la jornada que sigue al Día de Acción de Gracias: la más común se refiere a que el aluvión de compradores consigue que las tiendas entren en números negros y dejen las pérdidas.
La otra se refiere a que los conductores de autobuses y taxis de la ciudad de Filadelfia llamaron así a la jornada porque el tránsito supone una pesadilla en las atestadas calles comerciales del centro.
Sea como sea, se trata de un día libre en buena parte del público y del sector privado no dedicado al comercio, lo que permite a muchas familias que se han reunido para el día Acción de Gracias salir a comprar juntas.