Los 20 “regalos” de las víctimas a la mesa de diálogos

Representantes de varias organizaciones de afectados por el conflicto escogieron objetos que simbolizan su tragedia y los pusieron a disposición del Congreso y las Naciones Unidas para que lleguen a la mesa de negociaciones. Las cadenas del sargento Pinchao y un cuadro pintado por Manuel Cepeda están dentro de los “regalos” de las víctimas a los negociadores.

La segunda etapa de las mesas regionales de paz, organizadas por el Congreso de la República y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, estará dedicado a las víctimas. A partir del 10 de mayo, nueve regiones del país alojarán a representantes de organizaciones que han sufrido el rigor de décadas de guerra.

Aparte de las relatorías que salgan de las reuniones, 20 objetos representativos de la tragedia de cada las víctimas de la guerrilla, el paramilitarismo y el Estado llegarán a La Habana, para acompañar a los negociadores en su intención de acabar, para siempre, el conflicto armado el Colombia.

Las víctimas de la violencia sexual en el país, uno de los delitos de guerra y de las armas más condenables de los ilegales, llegaron al recinto del Congreso con muñecas amarillas que traían los ojos vendados. El mensaje de una realidad que algunas superaron pero que ninguna quiere repetir.

El sargento Frank Pinchao, secuestrado por las Farc, también le “regaló” a la mesa de negociaciones las cadenas que lo acompañaron durante sus nueve años de cautiverio. También viajarán a Cuba los estatutos de la Unión Patriótica, para recordar a sus militantes asesinados; libros sobre familiares que por años han estado desaparecidos; instrumentos para el trabajo del campo en los Montes de María; el rosario que acompañó los rezos de una madre en la larga espera del hijo que nunca regresó vivo.

Las botas de una víctima del desplazamiento forzado, un grabado hecho por el líder de la UP Manuel Cepeda, fotos de desaparecidos, las cuerdas de un violín, una mochila abierta, varios instrumentos de uso campesino y hasta un aguacate adornaron la mesa central del evento.

Los encargados de sacar adelante estos espacios de discusión y realizar las relatorías que llegarán a la mesa respondieron a la iniciativa. “El Congreso impulsa estas Mesas de Trabajo para ayudar a sacar adelante este proceso de paz – explicó Roy Barreras, presidente del Senado y co-Presidente de la Comisión de Paz del Congreso, al dar inicio a esta nueva ronda de participación ciudadana-.

“El proceso necesita hechos de paz; las Mesas Regionales son hechos de paz; el foro sobre Participación Política de la semana pasada fue un hecho de paz”. Y añadió: “No queremos más guerra, no queremos más víctimas”, añadió.
El coordinador residente las Naciones Unidas, Fabrizio Hochschild, señaló por su parte que “la paz será sostenible si los acuerdos se nutren de las voces y visiones de la sociedad civil de todo el país, especialmente de representantes de las regiones apartadas y afectadas por el conflicto”.

La mesa de negociaciones estará compuesta por una veintena de nuevos elementos. No son la voz de las víctimas, pero sí el recuerdo de un pasado lleno de dolor y de rabia, de varias generaciones que no han vivido un día de paz y que esperan que este proceso les devuelva, por fin, la esperanza.