El conflicto en Colombia es un asunto de trascendencia regional. No en vano, los últimos esfuerzos de paz han contado con participación internacional. En esta ocasión, Noruega, Cuba, Venezuela y Chile serían los primeros países facilitadores en el inminente proceso de diálogo entre el gobierno Santos y las Farc.
La experiencia en mediación de conflictos, la cercanía ideológica y la confianza que generan en las partes son las razones por las que estas cuatro naciones estarían en el histórico proceso. Chile se sumará a esta iniciativa.
Colombia está a punto de iniciar un nuevo camino hacia la superación del conflicto armado y la consecución de la paz. Luego de varios fracasos, de zonas de despeje fallidas y de diálogos inconclusos tanto en Colombia como en el exterior, el gobierno Santos ha decidido volver a abrirle la puerta a la negociación.
Bajo el escepticismo de una sociedad cansada de la guerra, Estado y guerrilla comenzarán a hablar luego de que este lunes se conociera que las partes están en contactos para arrancar el camino de diálogo.
También se conoció que en esta mesa de negociación estarán sentados representantes de cuatro países que oficiarán como facilitadores. Cuba, Venezuela, Noruega y Chile fueron aceptados por las partes para hacer parte del inicio de un nuevo camino hacia la paz en el país.
La presencia permanente de la comunidad internacional no solo legitima los acuerdos y documentos que salgan de estas reuniones sino que llena de confianza a las partes, sobre todo a las Farc, respecto a la seriedad del proceso y las garantías que tienen en un escenario de diálogo entre iguales.
De la madurez en las decisiones que tomen estos veedores durante el proceso también dependerá el destino de la negociación y los alcances de los acuerdos. Confidencial Colombia recoge la importancia de cada uno de los países facilitadores y las características por las que tanto el Gobierno como las Farc aceptaron su participación.
Noruega
Desde el primer momento en el que el Gobierno y la guerrilla de las Farc se sentaron a delinear una eventual negociación para superar el conflicto armado, representantes de Noruega han estado presentes. Las dos partes aceptaron la presencia de este gobierno europeo por la vocación de paz que durante toda su historia ha tenido este país.
Noruega ha mediado en conflictos tribales y políticos en países como el Congo, Ruanda y Sri Lanka. También ha servido de facilitador en los procesos de diálogo entre Palestina e Israel y contribuyó en la solución de tensiones fronterizas entre Perú y Chile.
Colombia ya ha tenido participación de Noruega en procesos anteriores. De hecho, la última iniciativa diálogo entre el Estado y los irregulares – la zona de despeje en el Caguán – tuvo al gobierno de ese país como uno de los 23 países facilitadores.
La idea de vincular a este país al inminente proceso de paz le gusta tanto al gobierno como a las Farc porque ambos quieren darle un perfil mundial a la negociación y hacer transparentes y públicos todos los acuerdos y documentos que se generen de las reuniones.
Venezuela
Según fuentes gubernamentales, el mandatario venezolano tuvo mucho que ver en los primeros acercamientos de diálogo entre gobierno y Farc. En febrero de este año, cuando comenzaron los “coqueteos”, la labor del presidente del país vecino fue determinante para iniciar este camino.
La cercanía del proyecto político del presidente Chávez con el mandato ideológico de las guerrillas hace que las Farc vean en esta interlocución algo favorable. Venezuela, además, ha sido clave en varios procesos humanitarios de liberación de secuestrados.
Sin embargo, no solo la guerrilla ve con buenos ojos la intervención de Venezuela en esta mesa. El gobierno Santos logró destrabar las tensas relaciones que tenían los dos países en la administración Uribe al punto de llamar a Chávez su “nuevo mejor amigo”. Incluso, en muchas oportunidades, el mandatario bolivariano ha llamado a las Farc a terminar con la práctica del secuestro.
Venezuela, y Chávez, son actores que ya no generan radicalización entre el Estado y la insurgencia sino que pueden ser un puente de comunicación cuando haya tensión en la mesa.
Cuba
La importancia de ‘La isla’ en este proceso es tan grande que es allí, luego de la presentación formal de la mesa de negociación en la capital de Noruega, donde se desarrollará la primera parte del escenario de diálogo.
El de los Castro es un gobierno revolucionario, pero también es amigo de abandonar la lucha armada y de buscar salidas negociadas al conflicto. En su territorio ya se han llevado a cabo acercamientos entre la insurgencia y el gobierno de Colombia y los representantes de ese país han mostrado siempre voluntad para tratar de superar las tensiones entre los actores.
Los facilitadores de este país tienen experiencia y un “saber hacer” en este tipo de mediaciones e interlocuciones, por lo que se garantiza que el proceso esté observado por las mejores manos. Además, Cuba ofrece ventajas para los representantes de las Farc, que se pueden desplazar a ‘La isla’ de manera más fácil que a otros países.
Chile
A pesar de que el gobierno del sur del continente no tiene experiencia en resolución de este tipo de conflictos, la amistad que une a Sebastián Piñera con Juan Manuel Santos habrían incidido para que Chile haga parte del proceso. La presencia de funcionarios australes garantiza, sobre todo, prudencia en la difusión de la información.
Además, la presencia de un gobierno cuyo modelo de desarrollo es más parecido al colombiano que el de los gobierno de Venezuela y Cuba es parte de equilibrio en la mesa de negociación.