Los bonos venezolanos cayeron a mínimos anuales por culpa de la turbulencia política previa a los planes del presidente Nicolás Maduro de modificar la Constitución, con protestas diarias y amenazas de huelgas indefinidas, que tenía a los inversionistas en vilo.
Los títulos ampliaron las pérdidas tras caer la semana pasada después que Estados Unidos advirtiera que podría tomar medidas si Maduro convoca a una asamblea constituyente para modificar la constitución, una medida que los críticos ven como una toma de poder por parte de un gobierno cada vez más desesperado. Las manifestaciones callejeras se han intensificado en tanto los opositores exigían la cancelación de los planes de reforma constitucional.
La alianza opositora renovó durante el fin de semana su llamado a que Maduro cancele una votación el 30 de julio para seleccionar a los delegados para la convención constituyente e instó a los partidarios a participar en una huelga general de 48 horas el miércoles y el jueves. El presidente estadounidense Donald Trump ha prometido tomar “acciones económicas fuertes y rápidas” si Maduro sigue adelante con las elecciones.
“Las sanciones comerciales contra Venezuela provocarían casi con seguridad un cambio en la decisión del gobierno de continuar pagando su deuda externa”, dijo Francisco Rodríguez, economista jefe de Torino Capital en Nueva York, en un informe el lunes. “La decisión del gobierno de pagar su deuda se basa, en nuestra opinión, en gran parte en su temor de que los activos y los flujos de ingresos podrían estar sujetos a la vinculación en Estados Unidos en el caso de un default”.
Caen el 44% de su valor
Los 3,000 millones de dólares en bonos del país, que vencen en cinco años, cayeron 3.4 centavos a 44.3 centavos de dólar, y acumularon una pérdida semanal de 8.5 centavos, para ubicarse en el precio más bajo desde mayo de 2016. Bonos de vencimiento similar emitidos por la compañía estatal Petróleos de Venezuela SA cayeron 2.9 centavos el lunes a unos 47 centavos, según precios compilados por Bloomberg.
Incluso sin el caos político, los inversionistas han estado preocupados por la capacidad de Venezuela de pagar su deuda. En medio de los deprimidos precios del petróleo, el país ha tenido dificultades para importar cantidades suficientes de alimentos y medicinas, al mismo tiempo que cumple con sus obligaciones externas. Las reservas extranjeras han caído a un mínimo de 15 años de poco menos de 10,000 millones de dólares, y el país enfrenta pagos de capital e intereses de más de 5,000 millones durante lo que queda del año.
Aunque Venezuela podría finalmente vender su petróleo a otros mercados si Estados Unidos impusiera sanciones, tendría que hacerlo con un gran descuento. Eso podría eliminar otros 11 puntos porcentuales de su producto interno bruto, añadió Rodríguez.