El nuevo quebranto de salud del Vicepresidente hace cada vez más inminente su imposibilidad de continuar en el cargo. Sin embargo, Angelino Garzón tiene la posibilidad dejar el puesto a través de diferentes formas, algunas afectarían su futuro político y otras lo dejarían ‘en carrera’ para próximas elecciones.
La salud del Vicepresidente de la República se ha convertido en un asunto público. Primero fue el accidente cerebro-vascular, que lo alejó por varias semanas de sus funciones, el que puso en la mesa la capacidad de Angelino Garzón para seguir ejerciendo su cargo.
El propio Vicepresidente reapareció para afirmar que se estaba recuperando y que seguiría en el cargo. De hecho, le expresó a los presidentes de la Academia de Medicina, la Federación Médica y el Tribunal de Etica Médica que no se sometería a exámenes para establecer su verdadero estado de salud.
Pero en la mañana de este lunes, Garzón sorprendió al país con una noticia sobre un nuevo quebranto médico. A través de un comunicado, el funcionario afirmó que “padezco un tumor microscópico canceroso no agresivo en la próstata, el cual, en ningún momento, sería causa de mi muerte”.
El Vicepresidente también señaló que ha iniciado una intervención médica. Se trata de un “tratamiento, que abarca 39 sesiones de radioterapia, por lo menos 5 veces a la semana”, según el texto publicado en la página web de esa institución.
Extraoficialmente se conoció que Angelino sabía de esta situación desde hace varios meses, y que no se había sometido a la radioterapia antes porque era contraproducente con su situación cerebral.
Los médicos del Vicepresidente dijeron hace poco que “dentro de las evaluaciones realizadas al señor Vicepresidente se documentó un adenocarcinoma de próstata que, de acuerdo al análisis de patología, corresponde a una enfermedad localizada, de pequeño tamaño y de bajo riesgo de progresión, por lo cual la junta médica decidió iniciar programa de radioterapia oncológica que se llevará a cabo en el Hospital San Ignacio, y que estará asociado a un estricto seguimiento periódico”.
“Frente a la situación del Vicepresidente hay que hacer varias precisiones. Primero, no existen tumores microscópicos, y segundo, es muy probable que el cáncer del Vicepresidente ya se haya trasladado a otros lugares del cuerpo. Cuando las células se encuentran tan solo en un tumor, se opera y se extirpa la masa, como sucedió con el Presidente”, expresaron a Confidencial Colombia fuentes médicas que prefirieron mantener reserva.
El cáncer del funcionario no es operable, por eso sus galenos decidieron iniciar sesiones de radioterapia de manera intensiva. Si bien la enfermedad no es motivo de incapacidad, para algunos expertos las intervenciones lo dejarían prácticamente inhabilitado para continuar en su cargo, por la dureza de los procedimientos.
La enfermedad de Garzón abre de nuevo el debate sobre la conveniencia de que siga en el cargo. Más cuando las posibilidades de que pueda responder como Vicepresidente son menores.
“Hay que darle a Garzón la oportunidad de que la decisión más sana, no solo para él y para su familia sino para las instituciones del país. Él debe pensar en su futuro y en el futuro de Colombia”, señaló a Confidencial Colombia el presidente del Senado, Roy Barreras.
El presidente de la Cámara de Representantes, Augusto Posada, le pidió al vicepresidente Garzón que “abra su historial médico” para que el legislativo decida si está en capacidad de continuar en su cargo. Y si no, nombre su reemplazo.
Este debate se plantea debido a que “no hay un régimen legal para las faltas temporales del Vicepresidente”, según afirma el constitucionalista Juan Manuel Charry.
El alejamiento de Garzón de la Vicepresidencia puede darse de varias formas. Algunas le permitirían seguir en carrera política y otras lo inhabilitarían para ejercer cargos públicos durante un tiempo.
La renuncia, seguro político
La primera salida que puede dar Angelino Garzón a su situación de salud podría ser la renuncia a su cargo. En el comunicado que envió en la mañana de este lunes, escribió que “soy plenamente consciente que debo dejar en manos de la Constitución y de la ley todo lo relacionado con el presente y futuro del Vicepresidente de Colombia”.
Retirarse de su cargo por motivos personales no dejaría inhabilitado a Garzón para una eventual participación en política. Es así como, si decide renunciar y supera favorablemente la enfermedad, estaría listo para una candidatura.
De hecho, algunas fuentes consultadas por Confidencial Colombia afirmaron que esta sería la decisión que más le sonaría al funcionario si debe dejar el cargo, pues no le causaría ningún impedimento para participar en el futuro electoral.
Historia clínica, entre lo público y la intimidad
Como ya sucedió en el anterior episodio de salud que sufrió el Vicepresidente, el Congreso podría volver a solicitarle al funcionario que bien se someta a exámenes para que el país conozca su verdadero esta de salud o presente públicamente su historia clínica.
Angelino ya se negó una vez a someterse a un examen, y no está constitucionalmente obligado a presentar su historial clínico. “La información médica de un paciente hace parte de su intimidad, y no hay ninguna ley que obligue a publicarla”, afirmó Charry.
A pesar que desde el legislativo se han levantado varias voces para exigirle a Garzón que le detalle al país su estado de salud, el Vicepresidente no tendría por qué demostrar médicamente que no puede continuar en el cargo.
Control político, la salida del Congreso
El legislativo tiene una posibilidad de “obligar” a Angelino Garzón a que le muestre su historial clínico. La Cámara de Representantes podría hacerle un debate de control político al Vicepresidente si encuentra que no está cumpliendo a cabalidad sus funciones.
En esta diligencia, el funcionario tendría que probar a través de documentos médicos que no puede atender de manera total la Vicepresidencia porque se encuentra enfermo. Ahí, el Congreso tendría oportunidad de conocer la historia clínica.
Si esta situación llegara a darse, aplicaría el artículo 26 de la ley quinta de 1992: Los informes médicos y el cuadro sintomático certificado, posibilitarán al Congreso para declarar en estado de incapacidad permanente al Vicepresidente de la República. Tal declaración se extenderá por escrito y en un término no mayor de tres (3) días al Presidente de la República y al mismo Vicepresidente.
Si encuentra que la situación de salud del Vicepresidente no es apta para que siga en el cargo, nombrará su reemplazo como indica la Constitución.
Roy no puede ser Vicepresidente
El actual presidente del Senado, Roy Barreras, ha sido uno de los parlamentarios que más ha presionado por que el Vicepresidente le cuente al país la realidad de su estado de salud.
Algunos sectores han especulado con que Barreras tendría intenciones de ‘desbancar’ a Garzón de su puesto y asumir el cargo. Sin embargo, ningún senador de la República puede reemplazar a Vicepresidente en caso de su ausencia.
“Los congresistas no podrán desempeñar cargo o empleo público o privado” señala el artículo 180 de la Constitución. Y si algún parlamentario quisiera renunciar para sumir ese cargo, la inhabilidad constitucional seguiría hasta el fin del periodo por el que fue elegido el congresista.