Los clubes chinos no tienen freno: 388 millones en fichajes

El monstruo asiático sigue devorando el mercado del fútbol. Por segundo año consecutivo, China se ha confirmado como el país con mayor inversión en el periodo de fichajes de invierno que se cerró ayer. 388 millones han desembolsado sus clubes en estos dos meses, más de 100 millones que su perseguidor en este aspecto, Inglaterra, con 277.

El crecimiento en gasto del gigante asiático no tiene comparación, 388 millones se han gastado en este mercado. El salto abismal comenzó el pasado año. Fue el inicio del plan que se marcó desde el mismo presidente y en el que se alinearon gran parte de las mayores empresas del país. 345 millones de euros se gastaron en materia de fichajes entre enero y febrero de 2016. Este año se han vuelto a superar. Da igual que hasta el gobierno haya intentado poner freno a este consumo desmesurado. La burbuja sigue creciendo y los rumores de nuevos jugadores o técnicos que pasarían a ser los mejores pagados del mundo en este creciente campeonato no cesan. ¿Dónde estará el límite de China?

Los clubes chinos han hecho caso omiso a la nueva norma que se impuso desde la Liga para controlar los “gastos irracionales”. Se redujo el número de extranjeros que podían participar en un partido a tres, cuando antes podían llevar a cuatro, además de obligar a los clubes a cumplir con ciertas medidas para promocionar la cantera. Los dueños del fútbol chino se dieron cuenta de que la política actual solo conducía al campeonato a una burbuja insalvable, que además no producía ninguna rentabilidad en el crecimiento futbolístico del país. Este anuncio llegó días después de confirmarse dos de los fichajes más costosos en la historia del fútbol: los 60 millones del traspaso de Óscar y los 38 millones de euros que cobrará la año Tévez. Lo que llevó a un enfado tremendo por parte de estos clubes, que para nada corrigieron su política y continuaron con el gasto desmesurado.

Mientras que en el inicio de este nuevo plan se instó a los clubes a invertir grandes cantidades, ahora se está intentando impulsar más bien el crecimiento del futbolista nacional. Poco les ha importado a los clubes de la Superliga. El Hebei Fortune, en concreto, lidera la tabla de más derrochadores de este año. Es el único de la lista que repite en el top 3, y es precisamente uno de los clubes chinos que se interesó por James en este mercado. Sorprende en este caso que uno de los que menos ha invertido sea el Guangzhou Evergrande. El equipo de Scolari gastó nada más 10 millones, después de dejar olvidado a Jackson Martínez, por el que pagaron hasta 42 millones el pasado año.

Después de dos años siendo el país que más dinero despilfarra en fichajes surge una pregunta ¿Podrá China sobrevivir a la burbuja económica que está creando? Uno de los expertos en este campeonato, el profesor de la Universidad de Salford, Simon Chadwick dio hoy su versión sobre el asunto a EFE. Según Chadwick, el problema de EEUU fue que “dejó su fútbol en manos del libre mercado. Los inversores no se involucraron a largo plazo, y cuando los beneficios a corto plazo no fueron los esperados” despareció el campeonato.

A diferencia de estos, el proyecto del fútbol chino se trata de una “política de estado” que conlleva una “coordinación central” para conformar un plan a largo plazo. “Ser uno de los principales 20 países en el mundo del fútbol en 2050 es un objetivo razonable”, dice Chadwick, que pone como ejemplo al fútbol nipón: “Pasaron de no tener perfil ni éxito hace 25 años a clasificarse rutinariamente para el Mundial masculino y ganar el femenino en 2011”.

Aunque Chadwick compara el proyecto chino más con el catarí, el cual atrajo a varias leyendas del balompié al borde del retiro para enriquecer su liga con estrellas. “Sin embargo, China es cien veces más grande en todos los sentidos”, aclara. Ahora bien, Chadwick considera que estas nuevas medidas proteccionistas implantadas desde arriba no ayudarán al crecimiento del proyecto, “demasiado estricto para esta etapa crucial” de crecimiento, en la que China “no debería dar la espalda al mundo”.