Los diálogos siguen adelante

A pesar de las críticas de los voceros de las Farc por la reunión entre el presidente Santos y Henrique Capriles, el gobierno colombiano afirmó que las conversaciones de paz seguirán “normalmente”. La guerrilla dijo este sábado que el proceso de paz está “en el limbo”.

“En el Limbo se encuentran los diálogos de La Habana por cuenta del hombre que quiere pasar a la historia como el presidente que logró la paz en Colombia”, escribió desde las montañas de Colombia el secretariado de las Farc.

Un comunicado que tiene razones propias: la reunión del presidente Santos con el líder opositor venezolano Henrique Capriles y la intención del gobierno de ingresar a la OTAN exaltaron a los l´dieres de la insurgencia, quienes en voz de ‘Rodrigo Granda’ sembraron dudas sobre la continuidad de las conversaciones de paz que se adelantan hace más de 6 meses en La Habana.

Sin embargo, el alto gobierno se movió rápidamente y envió la orden a los negociadores de seguir adelante. “La orden emitida desde el Gobierno al equipo que lidera Humberto de la Calle es no frenar el ritmo de los diálogos y mantener en la agenda el inicio del nuevo ciclo de negociaciones”, señala El Espectador en su página web.

Consiente de que es un momento de crisis, posterior al primer gran avance del proceso, el Presidente ordenó a sus representantes en La Habana programar las reuniones con normalidad y, si es posible, comenzar una nueva ronda de negociación el martes 11 de junio, como estaba planeado.

Las críticas de la guerrilla, que señalan que “un gobierno que realmente quiera la paz no está marcando a cada rato las líneas rojas de su intransigencia, de sus inamovibles, sino que actúa con grandeza para facilitar el entendimiento. ¿Dónde está la genialidad, dónde la sindéresis? Aquí lo que se ve es una gran inconsecuencia. Y también una gran cicatería cuando se defiende con argumentos tercos privilegios indignantes. Esas actitudes poco contribuyen a la construcción de una atmósfera de paz. ¿Entonces los diálogos para qué?” han obligado al presidente a reaccionar.

Según la Casa de Nariño, esas diferencias entre los equipos negociadores de una y otra parte será solucionadas “por la vía democrática” y no a través de los micrófonos. El gobierno intenta superar una de las crisis más profundas desde que decicieron sentarse para tratar de resolver, por la vía negociada, el conflicto armado en Colombia.