La película Vivir es fácil con los ojos cerrados, obtuvo este domingo el Goya a la mejor película y también rompió con el maleficio de Javier Cámara, eterno nominado en los Goya hasta en seis ocasiones.
“Tengo que pararme porque he soñado con este momento varias veces”, dijo nada más recoger el premio. Y es que el actor no era el único que soñaba con ello. En el backstage, los hermanos Paco y María León así como la actriz Kira Miró esperaban de rodillas la llegada de Javier Cámara una vez abandonara el escenario junto a Ana Belén, que fue quien le entregó el galardón.
El actor Julián López, con quien Javier trabajó en la comedia Que se mueran los feos, fue uno de los primeros que le mostró su apoyo. “Tan feliz por Javier. ¡TAN FELIZ!, escribió en su perfil de Twitter. Minutos después colgó una fotografía con él y su recién estrenado Goya acompañada de una emotiva frase: “Palabras que me vienen a la mi mente: enorme, merecido, grande, amor, maestro…”.
Tras su Goya a la mejor actriz revelación en 2012 por su papel en La Voz Dormida, María León fue de las más activas de la noche, sobre todo al otro lado del escenario, ya que sólo se subió al él para entregar junto a Paco el Goya a la Mejor Película de Animación, que recayó en Futbolín. Con un impresionante vestido verde esmeralda de Lanvin, la sevillana fue una de las protagonistas de las redes sociales. Junto a Hugo Silva y Kira Miró, que vistió de Roberto Cavalli, los tres se fotografiaron con una pose de lo más espontánea y apoyados en una carretilla elevadora. Acompañada de la actriz Carmen Ruiz, con quien trabaja en la serie de Antena 3 Con el culo al aire, María volvió a mostrar su lado más desenfado sin olvidarse del más reivindicativo, ya que no dudó en colocarse una pegatina en contra de los desahucios y protagonizar una de las imágenes de la noche con su hermano y Joaquín Reyes, que emuló a las Pussy Riots mientras denunciaba la subida del IVA cultural hasta el 21%.
Encantado con el éxito de Las brujas de Zugarramurdi, Hugo Silva se lo pasó de lo lindo lejos del patio de butacas junto a Michelle Jenner, con quien se le relacionó el pasado año, Carlos Areces y José Sacristán.
Otro que hizo de reportero en la noche de los Goya fue Eduardo Noriega, que pilló in fraganti a las actrices Nadia de Santiago y Macarena García. Entre bambalinas también se encontró a Ernesto Sevilla, artífice de uno de los poquísimos momentos ‘salvables’ de la gala, y, de nuevo, Carlos Areces y Paco León.
El momento familiar lo puso Carlos Bardem, que tuiteó la llegada de su familia a los Goya. Con la destacable ausencia de Penélope Cruz, Javier no se soltó de la mano de su madre a su llegada al hotel Auditorium, sobre todo cuando desfilaron delante de los trabajadores de Coca-Cola, que se manifestaban en contra del ERE que planea la empresa. La misma forma de ejecutar unos despidos que quiso realizar el restaurante familiar La Bardemcilla y que después retiró en marzo de 2013.
El exceso, de todo, llegó de la mano de Macarena Gómez y su marido, Aldo Comas, quien no pasó en absoluto desapercibido sobre la alfombra roja. Recién aterrizados de la boda de Andrea Casiraghi, el estilo hipster rebosó por los cuatro costados de este polifacético joven que además de instructor de vuelo es cantante y realizador.
Vestido con un esmoquin, Aldo deslució el vestido de Lorenzo Caprile de su mujer con una estola de pelo, unas gafas espejo y unos curiosos zapatos que aún despistan a quienes miran una y otra vez su estilismo imposible. Imposibles de definir son también las instantáneas que el esposo de la intérprete subió a su perfil de Instagram.
Como si se tratara de su amigo Casiraghi en su época de fiestas y excesos hasta altas horas de la madrugada, Comas dio lo mejor de sí mismo detrás de las cámaras mientras le chupaba un pezón a Joaquín Reyes o se fumaba un puro –además de un cigarro, miren sino su mano derecha– junto a Hugo Silva como si fuera un auténtico lobo de Wall Street.
Dos de los galanes de la noche, Juan Diego Botto y Raúl Arévalo, así como Berto Romero y Chicote, o parte del equipo de La gran familia española con su director Daniel Sánchez Arévalo y los actores Patrick Criado, Sandra Martín y Arancha Martí también contaron ‘su’ gala a través de las redes sociales. Igual hicieron María Adánez y Cristina Castaño, que se deshicieron en halagos la una a la otra mostrando la sólida amistad que las une, sobre todo tras coincidir en La que se avecina.
Tomado de Vanitatis