Comenzó la primavera hace unos días en Europa y el frío hielo de Este en Ucrania comienza a dar pasos lentamente hacia un paisaje más verde y luminoso. O así solía ser. Este 2022 no es como años anteriores, este 2022 acumula miles de muertos en las calles y campos del país. Cuerpos sin vida de soldados, tirados en campos de batalla. Y comienza a ser un problema porque en los 33 días de encarnizada batalla, y con el desastre logístico del ejército ruso, ya ni se molestan en recoger muchos cuerpos de caídos en combate, sobre todo en las zonas del país donde están en retirada.
Después de una rápida ofensiva, las tropas rusas se están replegando de su objetivo inicial de conquistar Kiev, dejando un rastro de vehículos de combate y tanques chatarrizados a su paso.
Invasión deja esta cifra de fallecidos civiles
Como tantas cosas en tiempos de guerros, los hechos son difíciles de verificar y están sujetos a las declaraciones de organismos, ministerios y ejércitos cuya prioridad es ganar la guerra, desmoralizar al enemigo y mantener elevada la moral de la tropa y los ciudadanos que la apoyan. “Hay cientos de ellos, por toda la región”, afirman en redes sociales ciudadanos ucranianos del sur del país, que asisten entre el horror, la incredulidad y el orgullo de haber resistido esta primera arremetida.
Baile de cifras y censura de Moscú
La Unión Europea (UE) estiman que los rusos están sufriendo una sangría en Ucrania, la más elevada para su ejército desde la Segunda Guerra Mundial, a razón de mil bajas diarias, entre heridos y muertos, peor que en Afganistán en los años 80, de donde tuvieron que salir reconociendo la derrota después de una década de invasión.
Tras más de un mes de guerra, aún no está claro si los restos de los soldados están siendo repatriados a Rusia, donde los informes sobre el número de muertos han sido silenciados en gran medida. El país ha reprimido cualquier información sobre la realidad de la sangrienta guerra, restringiendo el acceso a los informes de los medios de comunicación occidentales, así como a las redes sociales Twitter y Facebook, en territorio ruso. El número exacto de soldados rusos fallecidos en Ucrania sigue siendo un misterio. La cifra oficial del Ministerio de Defensa de Rusia era de 498 militares hasta la semana pasada, cuando el tabloide ruso Komsomolskaya Pravda, proPutin, publicó un informe que actualizaba la cifra a 9.861. La cifra, que se atribuyó al Ministerio y que luego fue retractada por el periódico por presiones del Kremlin.
Esa cifra coincide con la información de CNN por fuente de la OTAN, que dieron una estimación reciente de que las bajas rusas oscilan entre 3.000 y 10.000. El Gobierno de Ucrania la sube a 15.000. Según informaciones del propio gobierno de Ucrania Rusia envió crematorios móviles para incinerar a sus propios muertos. “Los rusos que mueren aquí, nadie los cuenta, la gente que muere en esta guerra. ¿Saben que han traído un horno crematorio con ellos? No van a mostrar los cuerpos a sus familias. No van a decir a las madres que sus hijos murieron aquí”, afirmó hace unos días el presidente Volodymyr Zelenski.