El fallo de La Haya y los acuerdos comerciales, los dos polos que mantuvieron a la Cancillería y al presidente Santos en picos elevados y con serios dolores de cabeza. El jefe de Estado evaluó junto a la ministra Holguín el balance de la actual administración en materia internacional.
En vísperas de un proceso de elecciones, el candidato presidente Juan Manuel Santos, resaltó los avances de su administración en el marco internacional durante estos cuatro años de gobierno. Desde un encuentro con la canciller María Ángela Holguín y los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, el mandatario indicó que Colombia dejó de ser la “oveja negra de la región” para transformarse en un país proactivo y con incidencia mundial.
En general, los temas subrayados por el jefe de Estado competen: El mejoramiento de relaciones con países comi Ecuador, Venezuela, Perú, Chile y México (entre otros), la eliminación de las “antipáticas visas” para los colombianos en nueve países, los acuerdos comerciales y tratados de libre comercio firmados con países como Estados Unidos o la Unión Europea, la asistencia al Consejo de Seguridad Nacional de Naciones Unidas y el reforzamiento de los ejes bilaterales con el gobierno estadounidense en temas de seguridad y narcotráfico.
Bajo este panorama, Santos celebró los resultados que arrojó la Cancillería en estos cuatro años, no obstante, cada uno de esos aspectos tienen delicados puntos de quebré, de los cuales la opinión pública se enganchó para lanzar fuertes denuncias en contra de su administración. El de más alto calibre, la polémica del fallo de La Haya.
Resulta que el Presidente y la Cancillería continúan en el lema de una discreción, en ocasiones exagerada, dicen algunos, respecto a las decisiones que el Gobierno ha tomado frente a la pretensión expansionista de Nicaragua sobre el Mar Caribe, luego de que la Corte Internacional de Justicia emitiera el fallo de la discordia que le quitó cerca de 75 kilómetros de mar a Colombia y se los cedió a Nicaragua.
Para Santos, esta administración no se ha dejado llevar por la oleada de críticas de la opinión pública, las cuales indicó “son muy costosas para el país”. Sin embargo, aseguró “que la historia va reconocer -eventualmente- que hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance, con firmeza, con visión del futuro” para hacerle frente a la sentencia de La Haya.
En todo caso, según informan los abogados y expertos encargados del tema, si bien ha habido desniveles, Colombia ha hecho lo correcto con paciencia y una actitud vigilante –pasiva- pero consciente y al tanto.
Pese a que litigio con Nicaragua copó en numerosas ocasiones la agenda de la Cancillería, y el tema fue literalmente apedreado por muchos sectores políticos y variados líderes de opinión, Santos no dudó en destacar los beneficios que contrajo el Ministerio para los colombianos. En cualquier caso, este Gobierno demostró un alto interés por los asuntos bilaterales y reforzó la apuesta internacional, especialmente con Estados unidos y la Unión Europea.
Asimismo, el Presidente perfiló los beneficios de aquellos resultados prácticos que arrojó el Ministerio, y felicitó, por ejemplo, que la comunidad europea analiza la posibilidad de quitarle la “antipática visa a Colombia. Serían 28 países a los que se podría ingresar sin visa. Eso es algo que los colombianos valoran mucho”, destacó.
Adicionalmente, anotó que cuando se reunía con el gobierno estadounidense y los países de la UE, “siempre estaban con el tema del narcotráfico o los derechos humanos y de ahí no se salían. Hoy la situación es diametralmente opuesta y de un giro de 180 grados”.
El dirigente precisó que cuando se reunió con el presidente Barack Obama en Washington a finales del año pasado, casi no se abordó el tema del narcotráfico y que así mismo paso en encuentros con la UE. “Tenemos una diplomacia efectiva y los estadounidenses están muy interesados en todo lo que estamos haciendo en materia de seguridad”.
Este anuncio en particular, resalta el polémico incidente, que no fue sorpresa para muchos, del artículo publicado por The Washington Post en las últimas semanas, donde el diario explicaba la intervención de la CIA en varias operaciones del Ejército colombiano contra las Farc. Asimismo, entra a jugar el escándalo provocado por el exagente de la NSA, Edward Snowden, quien destapó el programa de espionaje que el gobierno estadounidense instaló en varios países del mundo, y entre los que primaba Colombia.
Así las cosas, el panorama para este 2014 vislumbra grandes retos para la Cancillería y el Presidente (cualquiera que resulte elegido) en materia internacional, en los temas de seguridad, el cliché del narcotráfico que emana Santos, el fallo de La Haya y los diálogos de paz. Todos, aspectos claves y de gran incidencia para el plano político del país por época de elecciones.