Los retos del nuevo periodo de Correa

El presidente Rafael Correa, iniciará el viernes un nuevo período de gobierno con un respaldo absoluto en la Asamblea Nacional, con la mirada puesta en la lucha contra la pobreza y con el reto de saber escuchar a las minorías para profundizar en la democracia.

Correa, en el poder desde 2007, logró la reelección el 17 de febrero con el 57,7 % de los votos válidos y el movimiento oficialista Alianza País (AP) se hizo con el control absoluto de la Asamblea con un centenar de los 137 escaños.

Ello allana el camino para avanzar en la aprobación de leyes como la de Comunicación, que en la antigua Asamblea no llegó a votarse y que la oposición cree que será una mordaza a la prensa, mientras el oficialismo asegura que con esa normativa se pondrá freno a los abusos cometidos por ciertos medios de comunicación.

Ante la abrumadora mayoría de AP en la Asamblea, el legislador opositor Luis Fernando Torres ha recordado que la democracia implica también el respeto a los grupos de minoría.

Al tener AP el control del Ejecutivo y del Legislativo, la oposición alerta de la posibilidad de interferencia del primero en las funciones del Parlamento, pero el secretario ejecutivo de AP, Galo Mora, sostiene que compartir ideología no implica vulnerar la autonomía.

La asambleísta Lourdes Tibán, del movimiento Pachakutik, en la oposición, ha pedido al oficialismo que respete las leyes y se aleje de la tentación de actuar por la fuerza del número en la Asamblea.

Para Paulina Recalde, directora de la encuestadora Perfiles de Opinión, el “reto” del nuevo gobierno será entablar un diálogo con otros sectores “sin que necesariamente esto esté mediado por el porcentaje de votación obtenido”.

“El hecho de tener la mayoría y la gran aceptación y votación no significa desconocer que hay otras voces que no le son afines”, apuntó Recalde, para quien otro de los desafíos es saber comunicar bien el concepto y los beneficios del cambio de la matriz productiva por el que apuesta Correa en busca de mejoras económicas.

El Banco Central de Ecuador prevé que la economía del país crezca por encima del 4 % en 2013, año que estima cerrará con una inflación de alrededor del 4,4 %.

El presidente de su directorio, Diego Martínez, basa las proyecciones en el mantenimiento de “un robusto crecimiento de la base de consumo y un mejor desempeño de lo que son las exportaciones”.

El programa de gobierno de AP en el período 2013-2017 incluye una “lucha fundamental contra la pobreza”, pues “no hay posibilidades de tener democracia si existe miseria”, según Mora.

“Nuestra propuesta tiene que ver con repartir riqueza y no redistribuir angustia”, subrayó el secretario ejecutivo de AP, mientras sectores críticos al Gobierno se muestran “escépticos” sobre algunas de sus decisiones en materia económica.

El presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Ecuador, Blasco Peñaherrera, considera que al “problema” de que la economía ecuatoriana dependa del petróleo se suma que el país ha dependido “en los últimos años, sobre todo, del gasto estatal que a su vez depende de los ingresos petroleros”.

“Aspiramos (a) tener mercados seguros, importantes, que hacer negocios en el país sea más fácil y no más difícil cada vez, que las cuentas nacionales sean manejadas con prudencia”, añadió a Peñaherrera, para quien “el principal problema de Ecuador sigue siendo la pobreza y la inseguridad”.

El Gobierno se ha empeñado en abrir nuevos mercados en el exterior para las exportaciones y en diversificar la producción para dejar de depender del petróleo.

Además de mencionar que Ecuador necesita mayor inversión extranjera, Peñaherrera saluda que el país firme acuerdos comerciales con diferentes países, “pero hay unos bloques que son más importantes que otros por el volumen y la calidad de los socios comerciales”, sostuvo.

Por ello, enfatizó la necesidad de tener “buenas relaciones” con EEUU y la Unión Europea, con los que el Gobierno de Quito ha insistido en que no firmará tratados de libre comercio pero sí acuerdos comerciales para el desarrollo que tomen en cuenta las asimetrías.

Con EFE