Los vinos del Mundial II

Siguiendo con nuestra colección de vinos del mundial de fútbol, completaremos nuestra colección con los dos países que además lograron llegar a la final para coronarse uno de ellos como campeón: Alemania y Argentina, ambos productores de vinos.

ALEMANIA

Lo primero que debemos saber es que el vino se produce principalmente en Alemania occidental a lo largo del rio Rhin y sus tributarios, sus plantaciones datan del imperio romano.

El 60% de la producción de vino está en el estado federal de Tierra del Rin y Paltinato donde se sitúan 6 de las 13 regiones (Anbaugebiete)

Productoras de vinos de calidad. Cerca de dos tercios del vino producido es blanco.

La extensión plantada es cerca de 102.000 hectáreas, lo que equivaldría a un tercio de la superficie plantada de España, Francia e Italia. La producción total está cerca de 9 millones de hectolitros anuales, esta cifra coloca a Alemania como el octavo país productor de vino en el mundo.

Como país productor, su fama a nivel mundial va de productor de vinos baratos para mercado de masas, como el Liefraumilch (leche de la mujer amada, mejor producido en la región de Rheihessen) a vinos más aromáticos y elegantes.

La variedad más utilizada es el Riesling, con características propias dependiendo de la región; delicado, fino, floral, cítrico (región de Mosel-Saar-Ruwerusada,); frutales y minerales (región de Rheingau); aromáticos, elegantes (región de Nahe), van en un rango de ácido alto (cosechados poco maduros) y seco a vinos bien balanceados dulces y con gran expresión aromática.

Podemos mencionar otras variedades como la Gewurztraminer de Fitz Ritter en el Pfalz y Valckenberg en Rheinhessen o el exquisito Rieslaners y Scheurebes de Muller-Catoir en Pfalz

La producción de vino tinto comenzó entre 1990 y el 2000 con una producción algo más estable hoy en día, su uva tinta más conocida es el Pinot Noir (Spatburgunde), o Dornfelder, sin embargo hasta hace poco pasaron de producir un vino rojo claro a vinos más intensos y oscuros envejecidos en barrica.

La mejor región para su cultivo es Pfalz, una de las zonas más templadas, con gran diversidad de suelos, microclimas y variedades de uva. Su vino espumoso se conoce como Sekt.

Si bien no estamos tan familiarizados con el idioma alemán así como su futbol, no por eso desmerece conocer acerca de él. No se deje intimidar por la etiqueta, también tiene el nombre del productor, el año, la región (muchos llevan el nombre del pueblo y el viñedo en letra grande, como Graacher Himmelreich (el pueblo de Graach y viñedo de Himmelreich).

Y en letra pequeña la calidad (QbA o Qualitatswein) o la indicación del nivel de madurez mínima que puede cambiar por la variedad de uva o región de cultivo (QmP o Quaitatswein mit Pradikat). Estos niveles se miden así:

-Kabinett: el menos maduro y ligero con bajos niveles de alcohol y algo de dulzura, maravillosos como aperitivos o para el famoso picnic. Puede durar hasta 10 años

-Spatlese: literalmente “cosecha tardía”, usualmente tiene azúcar residual. Puede intentar armonizarlos con comida asiática o jamón ahumado. Consumirse antes de 20 años.

-Auslese: hechos de racimos de uvas que se dejan madurar hasta que alcancen altos niveles de azúcar, llevan un poco de “botritis cinerea” (también conocida como podredumbre noble, en donde este hongo en condiciones de humedad, deshidrata la uva aumentando su azúcar. Si el aire es seco, se convierte en algo como una pasa, impidiendo que la uva se pudra y pueda ser recolectada). Puede tomarse con postres de fruta. Puede tomarlo inmediatamente o almacenarlo de 10-20 años.

-Beerenauslese: hecho de uvas seleccionadas una a una y afectadas por botrytis, es un vino solo para postres y puede guardarlo en condiciones hasta por 50 años.

-Trockenbeerenauslese: hecho de selección de uvas secas, cosechadas individualmente, también afectadas por botrytis. Sabor dulce y miel que pueden ocultar otros sabores, o por el contrario puede revelar aromas complejos y sabores.

-Eiswein: hecho de uvas congeladas con un equivalente en azúcar al beerenauslese, pero con niveles altos de acidez. La intensidad de azúcares y acidez hacen que estos vinos puedan durar por años. Por supuesto la cantidad de azúcar residual (9-18gr/lt) en estos vinos los hacen no aptos para pacientes que sufren de diabetes.

Concluyo diciendo que para aquellos enófilos que quieran guardar el vino de la primera comunión de la hija y sorprenderla, en lugar de darse cuenta que el vino murió, le aconsejo conseguir algunos de estos vinos alemanes. Seguro que no quedará frustrada su esperanza.